José Manuel López Gómez nació en Barcelona el 2 de junio de 1957, en su Universidad se licenció en Medicina en 1980 y se doctoró en 1988 con una tesis sobre “Salud pública y medicina en Mérida (1700-1834)”. Se especializó en Medicina Familiar y Comunitaria via MIR en el Hospital Universitrio de Valladolid en 1984. Al año siguiente obtuvo por concurso-oposición una plaza de médico en el Centro de Salud de Mérida, donde permaneció hasta 1990. Se diplomó en Sanidad, Puericultura y Medicina de Empresa. En 1990 de nuevo por concurso-oposición gabó una plaza en el Centro de Salud de los Cubos de Burgos, en donde continúa. Desde 1980 se ha dedicado a la investigación en historia de la medicina y ciencias sanitarias. Siendo autor de 25 libros y 156 trabajos de este campo; impartiendo numerosas conferencias y dirigiendo varias tesis doctorales. Sus principales líneas de trabajo son el Real Colegio de Burgos (1799-1820), la sociología de las profesiones sanitarias en la España de los siglos XVIII y XIX, y el estudio de los manatiales u aguas minewro-medicinales, es especial de la provincia de Burgos. Es académico correspondiente de la Real Academia de la Historia por la Provincia de Burgos, de la Real Academia de Medicina de Cataluña, de la Real Academia de Medicina de Valladolid, de la Academia de Farmacia de Castilla y León; y de las Reales Academias de Historia y Bellas Artes de Córdona y Alfonso X el Sabio de Murcia, de la de Heraldica de Madrid, y de la Real Academia Burguense de Historia y Bellas Artes, de la que es Director desde 2009.
Linares del Arroyo fue un pequeño pueblo, en el partido de Riaza, provincia de Segovia, muy próximo al límite sur con la de Burgos. En 1781 Juan Francisco de la Monja (1744-1820), a la sazón boticarió de la villa burgalesa de Campillo de Aranda, yendo en su mula a tasar una botica a la villa de Maderuelo, se encontró con un abundante manatial de agua en el término de Linares, que bebbió experimemtando varios efectos terapéuticos, a su regreso recogió varias muesteas de ese manatial, y las analizó, difundiendo en los años sucesivos sus virtudes medicinales en toda la comarca, en 1790 redactó un manuscritó con su análisis y diversas observaciones clínicas, que no ha llegado hasta nosotros. Posteriormente el Dr. Manuel Arranz García, médico titular de Aranda de Duero, estudio esas aguas, en 1817 ganó las primeras oposiciones convocadas al cuerpo de directores de baños, siendole adjudicada la plaza de Quinto, y dirigiendo también entre 1820 y 1823 las aguas de Linares. Sus escritos tampoco se conservan. En 1851 el Dr Sandalio Palomino Esteban, médico titular del pueblo burgalés de San Martín de Rubiales, y don Saturio Moreno Asenjo, médico titular de Riaza, escribieron sendas memorias manuscritas sobre las aguas minero medicinales de Linares del Arroyo, que hoy se conservan en Madrid, dando noticias de los estudios realizados por Juan Francisco de la Monja y Manuel Arranz, y aportando sus propios análisis investigaciones, indicaciones y modo de uso; que en esta conferencia estudiaremos con detalle.