Resumen de la Sesión.
1.- En los últimos años se han producido avances en el desarrollo de fármacos basados en componentes de la planta Cannabis sativa o en moléculas sintéticas con una acción similar. Alguno de estos fármacos, como el Sativex® o el Epidiolex®, han sido aprobados de forma reciente para el tratamiento de la espasticidad en esclerosis múltiple o de las convulsiones en el síndrome de Dravet u otros síndromes epilépticos infantiles, respectivamente. Anteriormente lo fueron otros para el tratamiento del vómito y la náusea, y el síndrome de anorexia-caquexia, como el Marinol® o el Cesamet®. Este incipiente uso clínico de fármacos cannabinoides confirma algo que ya se conocía desde tiempos bastante más antiguos y hasta prácticamente el siglo pasado, que es el potencial de esta planta para uso medicinal, algo que se vio frenado por el abuso de preparados de la planta para uso recreacional. En cualquier caso, este incipiente uso clínico de fármacos cannabinoides no tiene detrás la mera anécdota del uso medicinal del cannabis desde tiempos antiguos, sino el impulso de la investigación científica que ha permitido identificar las dianas moleculares que son activadas o inhibidas por estas sustancias, dianas que forman parte de un nuevo sistema de comunicación intercelular especialmente activo en el SNC, que se ha denominado “sistema cannabinoide endógeno” y que, como muchos otros sistemas, es susceptible de manipulación farmacológica. Esta conferencia pretende revisar el conocimiento científico generado en torno a este sistema en los últimos años a nivel del SNC, como paso necesario para justificar el desarrollo de fármacos basados en su activación o inhibición y que puedan ser útiles en diferentes condiciones patológicas a nivel del SNC, incluyendo trastornos del sueño, de la memoria, y de la ingesta, dolor crónico, inflamatorio y neuropático, daño cerebral y neurodegeneración, enfermedades mentales, adicción, y epilepsia, entre otros.
2.- Hasta hace apenas unas décadas se consideraba que el recién nacido no experimentaba dolor. Actualmente se acepta que el dolor no solo es una experiencia real en el recién nacido, sino que tiene consecuencias graves a corto y, lo que es más preocupante, a largo plazo. Debido a las particularidades fisiopatológicas del neonato, el dolor en estos niños es muy difícil de apreciar. Por otra parte, si son claras las repercusiones sobre el neurodesarrollo del dolor frecuente o continuado, especialmente en los neonatos pretérmino, también crece la evidencia sobre los efectos secundarios a corto y largo plazo del uso excesivo de opioides. Ya que el uso de otro tipo de analgésicos frente a un dolor intenso es poco eficaz por las especiales características farmacocinéticas del neonato, el manejo óptimo del dolor en el neonatos sigue siendo un problema sin resolver. En este sentido, los cannabinoides representan una posible alternativa, ya que son bien conocidas sus propiedades analgésicas. Además, el cerebro inmaduro presenta unas características diferenciales frente al maduro en lo relativo a la farmacología de los agonistas cannabinoides, por lo que el potencial analgésico de éstos podría incluso ser superior en el neonato que en el adulto. Es imprescindible una investigación específica en este sentido, ya que la simple extrapolación de los tratamientos en adultos a los recién nacidos es improcedente.