2) La fábula de Esopo: que viene el lobo. Debido al contagio relativamente bajo de los dos primeros coronavirus, el SARS-CoV-1 y el MERS-CoV, en 2003 y 2012, en los que las epidemias se limitaron a Asia y a Oriente Medio, nos ha pillado el aluvión por sorpresa. El SARS-CoV-2 (causante de la COVID-19) se ha extendido en pocos meses a la mayoría de los países del mundo, tras su aparición en Wuhan en diciembre de 2019.
3) El sueño de José: más vale prevenir. Junto al confinamiento, distancia, protección e higiene para limitar la transmisión, el tratamiento con antivirales químicos, en ausencia de vacuna, es la única herramienta terapéutica disponible. Los tratamientos que han ayudado a contener el SIDA son los inhibidores químicos que actúan sobre las enzimas de las diferentes fases del virus. Gran parte de la síntesis de precursores químicos y medicamentos esenciales se ha transferido a Asia. La sociedad postindustrial promovida a principios de siglo no precisaba de fábricas. La pandemia de la Covid-19 ha mostrado su fragilidad, ante un evento considerado durante muchos años, de forma errónea, poco probable.
4) Táctica y estrategia: el poema de Benedetti. El mundo de los virus no está en declive, y debemos enfrentarlo estableciendo existencias estratégicas de medicamentos, materiales y equipos médicos, y esto a nivel de cada país, evitando una dependencia extrema. Durante la pandemia la solidaridad internacional ha sido inversamente proporcional al número de infectados. La vulnerabilidad de los sistemas de salud, queda en evidencia, a pesar del excelente quehacer de los sanitarios, habiendo prestado la profesión farmacéutica a la ciudadanía un destacado servicio, que conviene resaltar.
5) La torre de Babel: el problema de la nomenclatura. Hemos puesto a punto políticas sanitarias en términos epidemiológicos: jornada nacional de la sana distancia (México), respuesta operativa de salud automática (Panamá), etc. y al margen del gran acierto que suponen estas iniciativas, los organismos internacionales deben introducir los necesarios elementos de uniformidad y normalización.
6) La ciencia: su carácter subjetivo. Políticas anti cuarentena se traducen en fracaso, y en éxito. La educación y la necesidad, factores claves. La identificación rápida y masiva de los portadores del virus, combinada con medios de protección y tratamientos capaces de inhibir la infección de las células humanas, quizás sea la forma más efectiva de detener la epidemia. El control a través de las redes sociales, y de móviles, y la labor de los equipos de rastreadores, constituyen importantes líneas de acción.
7) Las medias verdades: amistades peligrosas. “No hay verdades absolutas, pero si mentiras evidentes” (Omar Kayyam). Roberto Sosa, poeta hondureño, escribe: “definitivamente los vivos no podrán destruir la perfecta igualdad de los muertos”. Ellos merecen nuestro homenaje y respeto, con independencia de cualquier otra consideración.
8) Prolongación de la existencia: la quiebra del bienestar. En palabras de Rosa Buitrago, Decana de Farmacia, de Panamá, la COVID-19 ha atentado contra una de las grandes conquistas de la salud humana en este siglo: “el logro de la expectativa de vida”.
9) La caja de Pandora: habitante en la esperanza. La humanidad se enfrenta a una pandemia que socava los equilibrios, y las certezas, y saca a la luz múltiples facetas de la investigación científica, entre ellas la cooperación, el intercambio de datos y de resultados entre los actores, y el libre acceso editorial, instaurándose una ciencia abierta a gran velocidad. Nunca antes la actividad científica y tecnológica había sido tan alta, jugando las ciencias farmacéuticas y otras afines biomédicas un papel relevante.
10) Las modernas tecnologías educativas: vienen para quedarse. Opinión de Félix Andueza, Presidente de la COIFFA (Conferencia Iberoamericana de Facultades de Farmacia), que comparto. Una oportunidad de cara a conjugar el binomio ‘virtual versus presencial’, motivada por la aparición de la COVID-19.
Solo resta extraer consecuencias y administrar remedios, haciendo malo el proverbio chino de que “el hombre es el único asno que tropieza siempre en las piedras de los mismos caminos”. Los griegos antiguos, a la memoria, ‘Mnemósine’, la hicieron diosa, de cuarta generación.
Nota: Este texto corresponde al leído por el autor en la sesión telemática de la Academia Iberoamericana de Farmacia el pasado 15 de junio.
Agustín García Asuero
Académico correspondiente RANF
Académico numerario de la Academia Iberoamericana de Farmacia