El Dr. Martínez Fernández comenzó señalando los cambios tecnológicos y las distintas aproximaciones al estudio de la filogenia de este género de nemátodos desde los años centrales de la década de 1980 a la actualidad. El género está conformado por un grupo próximo a la decena de especies, morfológicamente similares, pero bien diferenciadas molecularmente, que comparten una amplia gama de hospedadores. En la actualidad, el genotipado del parásito mediante técnicas moleculares es el modo de identificar los diferentes taxones.
Describió el ciclo vital de los individuos de este género, directo y totalmente parasitario, ya que no tiene vida fuera del hospedador; lo definió como autoheteroxeno, ya que las fases adultas y larvarias tienen el mismo hospedador; de modo que la vida de estos nemátodos queda sostenido por el hábito propio del animal parasitado.
Comentó el inicio del proceso de la globalización en la distribución de algunos de estos taxones, como consecuencia de la introducción de algunas razas de cerdo de procedencia oriental, en la Europa de los años finales del XVIII, durante los procesos sociales que siguieron a la Revolución industrial.
Tras analizar la evolución en el conocimiento de estas líenas filogenéticas, planteó la hipótesis de considerar a la Península Ibérica como un centro de especiación, tanto por la presencia en nuestro territorio de taxones de origen ancestral, como otros de origen endémico. En su opinión, el carácter de ‘isla’ que presenta nuestra Península, unida al resto del Continente por una estructura montañosa, debió primar en el proceso de especiación de este género.
La conferencia fue seguida de un interesante coloquio tanto entre los académicos asistentes como entre aquellos que siguieron el acto vía on-line.