El Dr. Tamargo inició la mesa redonda presentando un panorama del envejecimiento progresivo de la población, con el consiguiente aumento de la pluripatología, justificado por los cambios en la estructura y función del organismo, conducentes a una plurimedicación.
El Dr. Ribera Casado abordó los ‘Aspectos sociales del envejecimiento’ desde una triple visión: una primera revisión histórica de la presencia de ‘lo social’ en el mundo de la salud; una visión sobre el envejecimiento y los factores que lo determinan y los documentos y propuestas generadas al respecto en el siglo XXI. En el primer bloque señaló los esfuerzos de Marjory Warren (1897-1960), relacionados con la defensa del cuidado integral y especializado de las personas ancianas, el desarrollo de la Geriatría británica y su difusión por el resto del continente europeo, que llevó al establecimiento de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología española en 1948. En el segundo bloque, y tras definir el concepto de envejecer, analizó las causas (intrínsicas y extrínsicas) del envejecimiento y los cambios complejos que determina este proceso incidiendo, en particular, en los aspectos sociales que conlleva: dependencia, soledad no deseada, edadismo, brecha tecnológica, etc., abogó por la necesidad del envejecimiento activo, defendido por la OMS, en 2015, como ‘Envejecimiento saludable’. En el ultimo bloque de su intervención presentó El libro verde del envejecimiento, elaborado por la Comisión Europea (2021) y Transforming the future of Aging, confeccionado, en 2019, por la Science Advise for Policy by European Academies [SAPEA], de los que resaltó los aspectos más relevantes. En conclusión señaló que la atención a la persona de edad avanzada debe ser inclusiva, preventiva, no discriminatoria, optimizada y vincualda a unos principios bioéticos, donde se favorezca la investigación y la formación de los cuidadores.
El Dr. Domínguez-Gil Hurlé, se ocupó de ‘El uso corrector de medicamentos en Geriatría; cómo evitar los riesgos y conseguir los mayores beneficios’. Comenzó su participación delimitando el concepto de anciano y sus distintas subcategorías en razón de la edad, para entender este colectivo poblacional como no homogéneo; subrayó la ausencia de ensayos clínicos específicos sobre la población anciana y la consideración de ‘población especial’ que les otorga, desde 2010, el International Council for Harmonisation of Technical Requirements for Pharmaceuticals for Human Use [ICH], en relación con la terapéutica farmacológica. Señaló el singular valor que la seguridad del paciente debe tener dentro de cualquier estrategia sanitaria y presentó algunas de las contribuciones más señeras realizadas al respecto por el Instituto para el Uso Seguro de los Medicamentos, delegación española de del Institute for Safe Medication Practices [ISMP], con sede en Salamanca; en particular en lo que se refiere a los incidentes causados por medicamentos. Abordó la relación de los medicamentos inapropiados para el anciano y las consecuencias en la respuesta al tratamiento farmacológico, en particular los problemas de adherencia y persistencia en el tratamiento, analizando, a modo de ejemplo, los casos de control de la coagulación en ancianos o los progresos tecnológicos en Geriatría oncológica.
Tras su intervención tuvo lugar un interesante coloquio, entre los académicos asistentes y los relatores, a cuyo fina, el Dr. Tamargo presentó las principales conclusiones.