Desde la aparición de los primeros caso del VIH en 1981 y la posterior identificación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH-1) en 1983 como agente causal de la enfermedad por los galardonados con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 2008, los Drs Francoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier, la pandemia ha continuado sin cesar, con tasas actuales de mortandad superiores a los 22 millones de personas y unos 40 millones de personas están infectadas. La pandemia continúa extendiéndose, aunque gracias al desarrollo de terapias antirretrovirales se está evitando que las personas infectadas en los países desarrollados puedan desarrollar la enfermedad.
Desafortunadamente esto no ocurre en los países donde mas incidencia y consecuencias socioeconómicas tiene para la población, como es el caso del continente africano. Además la alta tasa mutacional del VIH facilita que se desarrollen resistencias del virus frente a los antirretrovirales, por lo que hay que seguir muy de cerca a los pacientes para administrarles combinaciones de fármacos y evitar la aparición de virus resistentes.
Otro aspecto a subrayar es que una vez infectado el virus permanece en el organismo toda la vida. Por todas estas consideraciones la Organización Mundial de la salud (OMS) considera que la forma mas eficaz de luchar contra el VIH/SIDA es mediante la vacunación. El desarrollo de una vacuna ha sido la lucha continua de la comunidad científica y de muchas organizaciones, pero este esfuerzo no se ha visto recompensado hasta el día de hoy cuando se dan a conocer los datos del ensayo clínico en fase III en Tailandia. Este ensayo ha sido realizado en 16.000 voluntarios sanos entre 18 y 30 años con alto riesgo de infección por las características personales y sociales. A la mitad de los voluntarios se les administró un placebo y a la otra mitad se les inoculó por via intramuscular un primer compuesto llamado ALVAC, un virus de canarios de la familia poxvirus que no infecta humanos pero que penetra en las células y produce los antígenos del VIH llamados, Env/Gag-Pol de los subtipos B/E.
La primera vacuna con ALVAC se inoculó durante los meses 0, 1, 3 y 6 y las segunda vacuna basada en proteína purificada llamada gp120 (proteina de la envoltura del VIH) se inoculó a los meses 3 y 6 también por via intramuscular. Se siguió a los voluntarios durante tres años. Los resultados obtenidos demuestran una reducción de la incidencia en la infección por VIH de un 31.2% (74 infectados en el grupo placebo en relación a 51 en el grupo vacunado).
Aunque el grado de protección es limitado sin embargo el hecho de haber reducido la incidencia de la infección nos abre las puertas de la investigación para conseguir prototipos vacunales mas eficaces. No se conoce aún los mecanismos inmunológicos de protección. Lo importante a resaltar es que por primera vez se ha conseguido, después de muchos fracasos, demostrar que es posible desarrollar una vacuna contra el VIH/SIDA. Estos resultados esperanzadores harán posible que a partir de ahora los científicos dirijan sus investigaciones hacia nuevos prototipos vacunales, semejantes o distintos a los ensayados en Tailandia. De hecho en España estamos ensayando, conjuntamente con los hospitales Clinic de Barcelona y Gregorio Marañón de Madrid, un prototipo frente al VIH/SIDA generado en nuestro laboratorio del Centro Nacional de Biotecnología y que ha sido administrado a 30 voluntarios sanos. Los resultados se conocerán en la primavera del año que viene. Podemos decir, con prudencia, que el objetivo de la vacuna contra el SIDA ya es posible y no está tan lejos, a pesar de los 26 años que han trascurrido desde la identificación del virus. Debemos perseverar en pro de ese objetivo. Ese es nuestro reto, para lo que se necesita la ayuda de todos.Mariano Esteban. Profesor de Investigación, Centro Nacional de Biotecnología, CSIC.