Nuevas perspectivas sobre el autismo
lunes , 17 de febrero de 2025
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El pasado jueves, 13 de febrero, en la Real Academia Nacional de Farmacia de España, dentro de las actividades programas por la Cátedra ASISA-RANFE, tuvo lugar la conferencia del Ilmo. Sr. D. José Ramón Alonso Peña sobre: “El autismo: nuevas perspectivas”.
Tras unas palabras introductorias del Excmo. Sr. D. Antonio L. Doadrio Villarejo, el Excmo. Sr. D. Mariano Esteban Rodríguez ubicó la sesión dentro del marco de enfermedades olvidadas, cuyo estudio se ocupa de potenciar esta cátedra. La presentación del ponente corrió a cargo del Ilmo. Sr. D. Honorio-Carlos Bando Casado.
El Dr. Alonso Peña comenzó su intervención delimitando el concepto de autismo, al que definió como un trastorno o una condición con múltiples manifestaciones, por lo que justificó el empleo de ‘trastorno del espectro autista’ para referirse a los individuos que muestras estas características especiales. Este trastorno comprende patrones de conducta restringidos y repetitivos y su ámbito incluye un amplio abanico de síntomas y diferentes niveles de gravedad. Las personas que manifiestan, de una u otra forma, este trastorno presentan modificaciones en el desarrollo del cerebro que afecta a la manera en la que perciben y socializan con otras personas, lo que ocasiona problemas en la interacción social y la comunicación con quienes responden a la estructura neuronal habitual. Como dos de las características más significativas de quienes padecen este trastorno señaló el déficit persistente en la interacción social y el desarrollo de patrones restringidos y repetitivos de comportamientos e intereses.
Tras introducir algunas nociones históricas que llevan a reconocer manifestaciones históricas de este trastorno desde algunos textos del siglo xiv, y reivindicar la figura de la psiquiatra infantil soviética, de origen judío, Grunya-Efimovna Sukhareva (1891-1981), señaló la progresiva normalización de personas con trastorno autista en su integración social, lo cual se pone de manifiesto en distintos medios de comunicación, no solo científica, también artística.
Entre los problemas actuales relacionados con el trastorno del espectro autista señaló la ausencia de marcadores biológicos, la dificultad de elaborar un consejo genético y la carencia de medicación eficaz para muchos síntomas y signos; se unen a estas otras dos situaciones críticas: las personas con este trastorno tienen, estadísticamente, menos años de vida que la media de la población a la que pertenecen y es habitual que, ante la carencia de remedios ofertados por los sistemas sanitarios, caigan en manos de terapias alternativas costosas e ineficaces, provocadas por una desinformación que conduce a un aumento de muertes, tal la falsedad de relacionar la administración de vacunas con el desarrollo de casos de autismo.
Analizó los casos de trastorno del espectro autista identificados en el mundo, cada vez más numerosos, no tanto por un desarrollo, quizás producido por el aumento de edad de los padres progenitores, sino debido mayoritariamente a un progresivo mejor diagnóstico y una mayor concienciación social, que conduce a una detección más rápida.
Las personas autistas muestran una diferencia emocional ante ciertos estímulos frente a los que presentan cerebros normalizados y presentan más probabilidad de problemas de salud mental; por contra, muestran menos probabilidad estadística de padecer asma, hipertensión o trastornos de adición. Prestó especial atención a las alteraciones relacionadas con el sueño, la percepción de las características globales y locales del medio en que desarrollan su vida, los casos de prosopagnosia y el desarrollo de habilidades especiales frente a los casos neurotípicos, no siempre reconocidas social y laboralmente.
De modo general, las personas con este trastorno muestran hábitos de vida más sedentarios, menor actividad física y mayor tiempo de exposición frente a las pantallas de aparatos digitales, por lo que resulta necesario el desarrollo de programas específicos destinados a aumentar su actividad física y controlar su obesidad.
Para finalizar presentó algunas de las dificultades a las que, socialmente, se ven sometidas las personas con trastornos del espectro autista: sometimiento a pautas no escritas de difícil interpretación, falta de lenguaje oral, carencia de empleo y dependencia familiar, entre ellas. Una situación que afecta más a los varones; las mujeres con este trastorno desarrollan mayor facilidad para la comunicación y menor retraso en el lenguaje verbal que los varones, lo que ha llevado a casos de infra-diagnóstico para esta parte de la población. Por último, abordó los programas de inclusión específicos desarrollados por empresas, básicamente americanas o vinculadas a ellas, destinados a personas con este trastorno.
Tras su conferencia se desarrolló un extenso coloquio tanto con los académicos asistentes como con quienes siguieron la sesión en línea.
Tras unas palabras finales, pronunciadas por el Dr. Enrique de Porres Ortiz de Urbina, consejero delegado de ASISA, cerró el acto el presidente de la RANFE.