Durante los pasados dos años, 2010 y 2011, los programas de búsqueda de nuevos antimaláricos lanzados por la MMV ( Medicine for Malaria Venture) y otra instancias fructificaron sólo en el desarrollo, actualmente en curso, de un par de moléculas: el peróxido sintético OZ439 ( Proc.Natl. Acad. Sci., USA 108:4400) y la spiroindolona MTD 609 ( Science, 329:1175).
Es apremiante el hallazgo de nuevas dianas y fármacos, por lo que merece comentar muy positivamente un acercamiento nuevo fruto de los nuevos recursos genómicos de parásitos y hospedadores. Ludin, P. et al. comienzan comparando la filogenómica de las especies de Plasmodium causantes de los paludismos con el genoma humano, para así identificar en Plasmodium falciparum nuevas enzimas o proteínas de otra naturaleza como posibles dianas farmacológicas. Asumen que una buena diana es aquella que: i) es una proteína altamente conservada entre los plasmodios, ii) no hay en el proteoma humano una proteína similar. La hipótesis se contrastó usando en el mismo sentido la filogenómica de la familia Saccharomycetae. La búsqueda se estrechó tomando sólo en cuenta aquellas proteínas que cumpliendo los extremos de selección se expresaban durante la esquizogonia hemática de la infección y que a su vez pudieran ser susceptibles de inhibición por pequeñas moléculas definidas. Así, de las 6410 proteínas del proteoma de P. falciparum, 3073 son únicas para la especie y 944 entre ellas conservadas. Entre estas últimas 426 no encaja bien en el genoma humano y 288 se expresan en la esquizogonia hemática. Entre estas últimas, 40 poseen funcionas de transporte, actúan como receptores o tienen actividad enzimática.
Entre las 40 posibles dianas seleccionadas se encontraban algunas bien conocidas tales como la dehidropteridato sintasa (diana de los antipalúdicos inhibidores del folato) o las enzimas de la ruta de síntesis del colesterol diferentes a la del mavelonato, herencia del apicoplasto, así como otras dianas actualmente en curso de investigación como las proteinquinasas dependientes de calcio, lo que convalida la utilidad del método. Entre los nuevos candidatos se encuentran enzimas como la fosfomanosa isomerasa y la fosfoenolpiruvato carboxilasa, así como proteínas señal y transportadoras. El trabajo es un nuevo punto de partida para el diseño racional de nuevos antimaláricos.