Un consorcio científico internacional descifró el genoma de la vinchuca, transmisor del mal de Chagas, en un avance fundamental para luchar contra esta enfermedad que afecta a unos 16 millones de personas en América Latina, en su mayoría gente que vive en condiciones de extrema pobreza.
El genoma pudo ser descifrado después de diez años de trabajo de científicos de Argentina, Brasil, Uruguay, Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido y fue presentado el miércoles 16 de mayo en el III Workshop Internacional de Genómica y Biología de Triatominos que se celebró en la ciudad de La Plata. La enfermedad de Chagas, también conocida como tripanosomiasis americana o mal de Chagas-Mazza (debe su nombre a los médicos Carlos Chagas y Salvador Mazza), es una enfermedad parasitaria tropical, generalmente crónica. Se considera que la enfermedad de Chagas es endémica de América, distribuyéndose desde México hasta Argentina.
Reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como uno de las 13 enfermedades tropicales más desatendidas del mundo, y por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) como una enfermedad de la pobreza, la enfermedad de Chagas ha sido un azote para la humanidad desde la antigüedad, y sigue siendo un problema relevante social y económico en muchos países de América Latina.
“El genoma de la vinchuca era la pieza que faltaba para poder encarar una lucha más eficaz al conocer más sobre el mal de Chagas”, informó el Centro Regional de Estudios Genómicos (CREG) de la Universidad Nacional de La Plata, que participó en las investigaciones. “Hasta ahora conocíamos el genoma humano y el genoma de Trypanosoma cruzi -el parásito causante de la enfermedad-, pero necesitábamos también conocer el genoma del insecto vector para completar el círculo”, precisaron desde el Centro que realizó los descubrimientos.
El investigador Rolando Rivera Pomar, del CREG, destacó que el hallazgo permitirá “idear nuevas técnicas de control del insecto, así como estudiar la interacción con el parásito causante de la enfermedad”. “Si logramos establecer por qué la vinchuca transmite el Trypanosoma, y no otros insectos, podremos estudiar los mecanismos para inhibir esa actitud de ese insecto”, señaló el científico en declaraciones a la prensa.
Los investigadores descifraron el genoma de la Rhodnius prolixus, una de las vinchucas que transmiten el parásito. Dicha enfermedad, produce miocarditis, meningoencefalitis, cardiomiopatía difusa grave y dilatación patológica de esófago y colon.
“La idea es que podamos conocer por qué la vinchuca es transmisora del Mal de Chagas. Si una persona tiene la enfermedad y es picada por un mosquito, ese mosquito no transmite Chagas. Si la pica una vinchuca, sí. ¿Por qué? No lo sabemos. Tal vez con esta información nos podamos aproximar a una respuesta. Tenemos información pura y ahora debemos ordenarla, interpretarla. Calculamos que eso nos va a llevar el resto del año”, describió Rivera Pomar.
Sin embargo, estos descubrimientos no van a terminar con la enfermad, ya que uno de sus principales desencadenantes son las condiciones de precariedad en las que viven las personas que atraviesan la pobreza. “Estos conocimientos son importantes y necesarios. De todas formas, no hay que hacer de esto la piedra angular del Chagas, porque esta enfermedad se va a acabar cuando se termine con la pobreza, con las viviendas precarias. Esto es para conocer más. Quizás ayude a conocer cómo se genera la enfermedad, tal vez ayude a producir un insecticida nuevo.
Estas son enfermedades complejas y de la pobreza”, enfatizó el investigador del CREG. “Si yo conozco a un hombre con Chagas que vive en El Impenetrable y le van a desinfectar una vez al año, la probabilidad de que con un genoma acabemos con el Chagas es igual a cero. Podemos descubrir el insecticida perfecto pero yo quisiera descubrir la vida digna perfecta. No estamos haciendo milagros. Es un avance, sin duda. Va a ser útil, pero es un aporte más a un montón de cosas que hay que hacer. Ahora tenemos que trabajar con esta información”, precisó.
Fuente: GEI