Por primera vez desde el año 2000, la inversión destinada a buscar una vacuna contra la infección por el virus del sida ha descendido. Según un informe que se ha dado a conocer en la Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida que se está celebrando en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), en 2008, esta cantidad se redujo un 10% con respecto a la del año anterior.
Los cambios en las prioridades científicas en materia de VIH, la situación económica global o la existencia de otros intereses que compiten en la agenda sanitaria mundial podrían ser algunas de las causas de esta desaceleración, según la investigación realizada por el grupo HIV Resource Tracking Group.
Su informe sobre tendencias en la inversión en prevenir el VIH, que ha analizado los datos entre los años 2000 y 2008, refleja que en el último año se invirtieron más de 1.000 millones de dólares en estrategias preventivas. De ellos, más de 868 millones se dedicaron a investigar una posible vacuna profiláctica; otros 244 millones se destinaron al estudio de microbicidas (lo que supone un incremento del 8% con respecto a 2007), dejando muy por detrás la financiación de otras estrategias; como la profilaxis previa a la exposición al virus (cuyos fondos se incrementaron un 13% frente al año anterior).
A pesar de estas cantidades, este grupo de estudio recuerda que el dinero que se destina a prevenir la infección por el virus del sida sigue siendo un porcentaje mínimo de la respuesta global al sida (dominado mayoritariamente por los tratamientos). Por eso, el director ejecutivo de ONUSIDA, la agencia de Naciones Unidas para el VIH-sida, ha aprovechado para realizar una llamada de atención: “Las estrategias y herramientas preventivas son esenciales para luchar contra las nuevas infecciones. Es de vital importancia que los fondos destinados a este fin se mantengan y se aumenten hasta que logremos nuestros objetivos”.
Recortes en EEUU y Europa
El descenso tiene que ver también con una reducción del 6% del dinero que destina EEUU (unos 40 millones de dólares menos), que sigue siendo el principal valedor de las estrategias preventivas contra el virus. De este país sale el 70% del dinero destinado a estudiar la vacuna, el 63% de los fondos destinados a microbicidas y el 46% de la inversión en estrategias preexposición.
La inversión procedente de Europa también se ha visto mermada un 13% en el último año, mientras que la suma de otros estados (incluyendo a Brasil, India, Canadá, Sudáfrica y Tailandia) ha caído un 16%.
A todos los actores implicados en este campo no se les escapa que la crisis económica podría suponer un importante retroceso en algunos de los logros preventivos obtenidos hasta el momento. “La epidemia de sida no muestra ningún signo de retroceso, y la desesperación por encontrar nuevas estrategias preventivas no ha cambiado”, ha señalado Mitchell Warren, director ejecutivo de AVAC, una coalición dedicada a fomentar el estudio de una vacuna.
Los ensayos siguen
La interrupción a finales de 2007 de un ensayo clínico con una posible inmunización desarrollada por los laboratorios Merck, podría ser una de las principales causas de este fenómeno, sugiere el informe. De hecho, la inversión privada para dar con una vacuna candidata representa sólo un 4% del total, lo que indica un freno en el interés de la industria en este terreno después de sucesivos fracasos. Aunque eso sí, el papel del sector privado en cualquiera de las otras estrategias preventivas es incluso menor.
“La crisis económica global ha abierto el debate sobre cuál es el mejor medio de invertir en salud global”, apunta Sarah Berkley, presidenta de la Iniciativa Internacional para la Vacuna del Sida. “Teniendo en cuenta que el sida es la primera causa de muerte en el África subsahariana, y la cuarta en todo el mundo, es imperativo que tratemos de revertir esta pandemia; y eso sólo puede lograrse mediante la prevención”.
La rama sudafricana de este organismo acaba de anunciar la puesta en marcha de un ensayo que probará una nueva vacuna candidata, y antes de final de año deberían conocerse los resultados de otro gran estudio con 16.000 participantes; lo que significa que a pesar del parón financiero los esfuerzos científicos por encontrar una terapia eficaz no se han detenido.
21-07-2009 María Valerio para elmundo.es