Los países desarrollados y las economías emergentes deben unir fuerzas para apoyar la investigación de nuevos medicamentos contra las enfermedades olvidadas, señala una investigación de Médicos sin Fronteras (MSF) y la iniciativa de Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi) ( ver referencias al pié de página)
Dicho estudio, presentado durante una conferencia celebrada el 13 de diciembre del año pasado, encontró que solo el 3,8 por ciento de los medicamentos aprobados entre los años 2000 y 2011 fueron para enfermedades olvidadas como la leishmaniosis, la enfermedad de Chagas y la del sueño, que en conjunto representan más del diez por ciento de la carga mundial de enfermedades.
Este “desequilibrio fatal” debe ser abordado por los gobiernos creando un marco de trabajo que financie la investigación y el desarrollo (I+D) fomentando así esta investigación médica particular.
“En la última década ha habido algunos avances en el desarrollo de fármacos para las enfermedades olvidadas, pero no se ha hecho lo suficiente”, señala Bernard Pécoul, director ejecutivo de DNDi.
“Tan solo el 1,4 por ciento de todos los estudios clínicos están dedicados a las enfermedades olvidadas, a pesar de que constituyen más del 11 por ciento de la carga mundial de morbilidad”.
Las enfermedades olvidadas tienen mayor prevalencia en África, Brasil e India, y a menudo su impacto es más grande entre la gente más pobre, precisa.
“Lo que se necesita es un mayor compromiso de los países afectados para responder a las necesidades de sus poblaciones”, añade Pécoul. Enumera a Brasil, China e India como los países que disponen de recursos suficientes y afirma que deberían establecer una manera sostenible de financiar esta investigación y lograr que el entorno regulatorio sea más favorable para la entrega de nuevos medicamentos que combatan las enfermedades olvidadas. Pero agrega que esos países también necesitan apoyo financiero de los países desarrollados que tienen una fuerte I+D en el sector, apoyo del que actualmente carecen.
El gobierno francés anunció recientemente que una parte de su nuevo impuesto a las transacciones financieras se destinará a la I+D de salud global, lo que podría generar un estimado de US$2 mil millones anuales. MSF y DNDi han celebrado la medida.
“El financiamiento sostenible es la clave para la investigación y el desarrollo”, subraya Pécoul. “Para estar seguros que tendremos un nuevo medicamento o vacuna en el futuro, necesitamos diez años de inversión, por lo que el mecanismo de Francia es una excelente iniciativa”. Pécoul añade: “esperamos que otros países de la Unión Europea sigan este ejemplo y pongan el desarrollo de medicamentos en la agenda; sin embargo, también necesitamos un fuerte apoyo de las autoridades reguladoras para estimular y agilizar el desarrollo de nuevos productos para las enfermedades olvidadas”.
Policy Cures, un grupo independiente que brinda investigación y análisis sobre medicamentos para enfermedades olvidadas, también exhortó a una mayor financiación y mayor colaboración entre los países desarrollados y en desarrollo en un informe publicado en setiembre sobre la inversión de la UE en enfermedades olvidadas.
Javier Guzmán, su director de investigación, saludó la iniciativa francesa de aplicar a este fin parte del impuesto a las transacciones financieras.
“La I+D de las enfermedades olvidadas no pueden depender de unos cuantos donantes o mecanismos tradicionales de financiamiento como los fondos de ayuda. Se deben explorar otras vías”. Cada país desarrollado debería poner cuando menos el 0.01 por ciento de su PIB para la investigación de estas enfermedades, como lo sugirió la OMS en un informe el año pasado, y que los países endémicos también deben participar en este esfuerzo global.
Enlace al informe de Policy Cures : http://www.polycicures.org/downloadsdswreport.pdf (en inglés)
Enlace al informe de la OMS http://www.who.int/phi/cewg_report_5_april_2012.pdf (en inglés)
Fuente: Siobhan Chan 21 enero 2013