Enfermedades transmitidas por insectos

Siguiendo la noticia aparecida en la web http://www.veterinaria.org se reme la actividad de los principales grupos que se ocupaan en España de estos problemas.

Grupo de Entomología Médica del Instituto Carlos III

Científicos de la Unidad de Entomología Médica del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), liderada por el Dr. Ricardo Molina Moreno y la Dra. Maribel Jiménez Alonso, trabajan en la transmisión y control de la leishmaniosis, enfermedad que puede afectar tanto a animales como al hombre. Se contagia a través de la picadura de dípteros (insectos) diminutos llamados flebótomos ( beatillas). En la actualidad la leishmaniosis está muy extendida por amplias regiones del planeta, entre las que se encuentra la cuenca mediterránea. En España, la leishmaniosis está presente en gran parte de la Península Ibérica y en el archipiélago balear. En cuanto a la leishmaniosis canina las prevalencias más elevadas se encuentran en la mitad sur y noreste peninsular, y en Baleares.

En nuestro entorno la leishmaniosis está producida por Leishmania infantum, un protozoo (organismo microscópico) que inicialmente parasita la dermis, vísceras y membranas mucosas, y otras células de animales silvestres y fundamentalmente del perro, donde puede adquirir el carácter de enfermedad crónica en muchos de los casos. No obstante, también puede infectar al ser humano, al que puede provocar leishmaniosis cutánea, la forma más leve, o leishmaniosis visceral, la forma más severa, caracterizada por fiebre, malestar, pérdida de peso, anorexia, molestias en el costado izquierdo, esplenomegalia (problemas en el bazo), hepatomegalia (problemas en el hígado), etc.

Como en muchas otras enfermedades, en especial las transmitidas por artrópodos, el cambio global, y no sólo el cambio climático, podrían estar favoreciendo la expansión de la leishmaniosis y la aparición de brotes epidémicos. Este grupo ha demostrado recientemente que en la región de Madrid se está produciendo en la actualidad un incremento significativo de la prevalencia de la leishmaniosis canina, además de un incremento, también significativo, de las poblaciones de los potenciales vectores de esta enfermedad. Todo apunta a que estos hallazgos podrían ser debidos, en mayor o menor medida, al cambio global. Así por ejemplo, en España estamos asistiendo ahora mismo a la aparición de un brote epidémico inusual de esta enfermedad en el sudoeste de la Comunidad de Madrid.

En la actualidad el grupo se encuentra volcado en el estudio de este brote de leishmaniosis humana que viene afectando fundamentalmente al municipio de Fuenlabrada, desde 2010. Fruto de sus investigaciones ha sido la demostración de que las liebres que pueblan la zona son capaces de transmitir el parásito a los flebotomos vectores de la enfermedad, lo que confirmaría el papel que estos animales silvestres podrían desempeñar en dicho brote, en el que estarían actuando como reservorios de la leishmaniosis.

La Unidad de Entomología ha participado también junto con la Universidad de Zaragoza (Prof. Javier Lucientes) en el trabajo técnico sobre “Vigilancia entomológica en aeropuertos y puertos frente a vectores importados de enfermedades infecciosas exóticas, y vigilancia de potenciales vectores autóctonos de dichas enfermedades vigilancia de vectores exóticos importados en puertos y aeropuertos”, actividad promovida y financiada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. El grupo, además, está investigando en la búsqueda de moléculas presentes en la saliva de los flebotomos que posean propiedades protectoras y que, por lo tanto, sean susceptibles de ser incorporadas a vacunas eficaces frente a la leishmaniosis canina.

 

Grupo andaluz de Investigación SIG y Enfermedades parasitarias

En cuanto a Andalucía, el grupo de Leishmaniosis y otras zoonosis parasitarias, liderado por el profesor de la Universidad de Granada Francisco Morillas Márquez lleva 25 años trabajando en los diferentes aspectos epidemiológicos de diversas enfermedades parasitarias, principalmente leishmaniosis.

Este grupo ha logrado aislar en el Sur de España más 160 cepas de la especie Leishmania infantum, que normalmente se hospeda en el perro. Los científicos andaluces han realizado numerosas encuestas serológicas en los diferentes focos de la enfermedad en Andalucía, tales con La Alpujarra granadina, Axarquía malagueña, sierra de Aracena (Huelva), provincias de Almería y Cádiz. En las que se ha podido constatar las notables diferencia en la prevalencia que hay entre las distintas zonas: 34’6% en la Axarquía, 25 % en la zona norte de Almería (Turre) o 6’7 % en la Sierra de Aracena, comprobándose la influencia de los factores bioclimáticos en estas prevalencias.

Sin embargo, los investigadores vieron que el número de casos clínicos humanos de las enfermedad no encajaba con el de perros por lo que se ampliaron los estudios para determinar el contacto Leishmania Infantum –humano. De este modo los estudios llevados a cabo en algunos de los focos mostraron que hay un alto grado de contacto (32’8 % en la población escolar de la Alpujarra o 42’4 % en la de la Axarquía), y que por tanto el hombre se infecta en una importante proporción, pero normalmente no desarrolla ningún síntoma clínico.

Los científicos trabajaron con Hospital Virgen de Valme de Sevilla o con el Clínico de S. Cecilio de Granada lo que les permitió comprobar que cuando un seguimiento activo de la enfermedad, el número de casos cutáneos es muy superior al declarado oficialmente, un ejemplo claro fue el hallado en el Servicio de Enfermedades Infecciosas y Bacteriología del Hospital Virgen de la Nieves de Granada donde se comprobó la existencia de varios casos de leishmaniosis mucosa causado por Leishmania infantum, que en un principio habían sido diagnosticados como cáncer.

Otro de los estudios de este grupo de investigación ha sido el vector. Los únicos transmisores naturales demostrados de Leishmania son los flebotomos, unos pequeños (3-4 mm) insectos con escasa capacidad de vuelo (normalmente no más de 200-300 m), con hábitos nocturnos o crepusculares, y que desarrollan su ciclo de vida pre-adulto sobre materia orgánica en descomposición (estiércol, hojarasca, etc.).

En el sur de España, P. perniciosus es la más importante desde el punto de vista vectorial ya que está más ampliamente repartida, su densidad es mayor, y el tanto por ciento de infección por el parásito Leishmania infantum es bastante elevado (3-4 % de los ejemplares diseccionados). Su periodo de actividad va desde Abril a Noviembre aunque el máximo de las poblaciones se dan Junio-Julio y Septiembre-primeras semanas de Octubre. Un reciente estudio sobre esta especie y su comparación con los datos de hace 25 años ha puesto de manifiesto que las densidad de las poblaciones no ha variado significativamente, pero, sin embargo, sí se ha incrementado el periodo de actividad anual.

En este sentido, los estudios llevados a cabo conjuntamente con el laboratorio de Bacteriología del Hospital Virgen de las Nieves de Granada han puesto de manifiesto que esta especie transmite en nuestra zona el Virus Toscana, agente causal de las llamadas “meningitis de verano”.

En cuanto a Canarias miembros del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias (Universidad de La Laguna) liderados por el profesor Basilio Valladares están trabajando desde 2009, en colaboración con otros centros españoles, un proyecto de investigación cuyo objetivo es la creación de mapas de riesgo para Canarias de emergencia y/o reemergencia de enfermedades transmitidas por mosquitos.

 

Grupo de la Universidad de La Laguna

En las islas Canarias, junto con el resto de archipiélagos de la Macaronesia, pueden encontrarse con una situación de emergencia y/o reemergencia de este tipo de enfermedades debido a la abundancia de inmigrantes procedentes de África y de emigrantes retornados desde América, continentes donde en los últimos años este tipo de enfermedades han emergido y reemergido intensamente.

Los mapas serán generados, con la ayuda de Sistemas de Información Geográficos (SIG) según la variabilidad espacio-temporal de la abundancia y distribución de las poblaciones de vectores, analizando factores medioambientales que puedan influir sobre ellas para dar lugar a los modelos predictivos de riesgo. Los resultados muestran la ausencia de nuevas especies introducidas y entre las especies capturadas dos, Cx pipiens y Cx theileri, han resultado las más distribuidas y abundantes en las islas. Estas especies son conocidas por su relación con la transmisión potencial de determinados virus y parásitos como Dirofilaria spp., responsables de la Dirofilariosis o enfermedad del corazón del perro que es endémica en Canarias y por tanto de gran interés veterinario en esta zona.

La información de distribución y abundancia obtenida se incorporará a un SIG junto con datos de vegetación, clima, reservorios y hospedadores, presencia de enfermedad, etc., u otros datos que puedan influir en las variables de riesgo estudiadas o en general en la capacidad de transmisión de las enfermedades. Todo ello permitirá la elaboración de los mapas de riesgo que servirán de herramientas para el Sistema de Vigilancia Epidemiológica del Servicio Canario de Salud a la hora de desarrollar estrategias de control e intervención de poblaciones de mosquitos.

 

Grupo de la Universidad de Valencia

En Valencia un grupo de investigadores liderados por Màrius Vicent Fuentes i Ferrer, Profesor Titular de Parasitología de la facultad de Farmacia de la Universidad de Valencia, trabaja en la creación de un Sistema de Información Geográfica (SIG) para modelizar los patrones de transmisión de la enfermedad en una zona geográfica determinada, y crear un mapa de riesgo de transmisión de la enfermedad, el cual puede ser extrapolado desde una escala regional a una escala local, así como a otras regiones endémicas con condiciones ecológicas similares.

A lo largo de la última década, la línea de investigación de este grupo ha estado centrado en la aplicación de proyectos SIG en parasitosis humanas vehiculadas por caracoles, como la schistosomiosis japónica en la ribera del río Yangtze en China, y la fasciolosis tanto en zonas de gran altitud como la cordillera andina, como en zonas bajo el nivel del mar en la costa sur del mar Cáspio en Irán; así como en el estudio de una potencial reintroducción de la malaria, vehiculada por especies del mosquito Anopheles, como consecuencia del calentamiento global y del cambio climático en el Delta del Ebro.

En cuanto al Delta del Ebro, el estudio llevado a cabo se enmarcó dentro del proyecto EDEN-Malaria (Emerging Diseases in a Changing European Environment), liderado por la Dra. M. Dolores Bargues, también de la Universidad de Valencia, en el que participaron, entre otros investigadores europeos, la Dra. Sainz-Elipe y el profesor Màrius Vicent Fuentes i Ferrer. Esta investigación puso de manifiesto que en el Delta del Ebro, como consecuencia del aumento de la temperatura y las potenciales alteraciones de un futuro cambio climático permitirían que las condiciones ecológicas del área hicieran posible la transmisión de nuevo de la malaria, siendo estas condiciones incluso mejores que las que se daban mientras hubo transmisión hasta la década de los 60. Sin embargo, estos resultados no quieren decir que en un futuro cercano la malaria pueda transmitirse en el Delta del Ebro, ya que deben darse otras circunstancias como la capacidad de transmisión de la especie de mosquito presente, Anopheles atroparvus, y la presencia de al menos una de las 4 especies del protozoo causante de la malaria ( Plasmodium spp.)