Después de un seguimiento de doce meses, el ensayo, realizado en once centros de investigación repartidos en siete países del África subsahariana, la vacuna RTS’S/AS01 ha mostrado que la aplicación de tres dosis reducen un 56% el riesgo de que los niños sufran malaria y un 47% en el caso de la malaria grave, según el artículo publicado el pasado 19 de octubre en New England Journal of Medicine, bajo el título: First Results of Phase 3 Trial of RTS,S/AS01.Malaria Vaccine in African Children (The RTS,S Clinical Trials Partnership).
Un “hito crítico” para algunos autores, un ejemplo más del “parto de los montes” si no estuviéramos tratando del paludismo, uno de los más refinados azotes de la especie humana, tan asociado al ámbito geográfico intertropical y al desarrollo modesto de al menos un tercio de la población mundial, con, de acuerdo con el “World malaria report” de la OMS del año 2010, 225 millones de personas afectadas y 870.000 niños muertos, en África especialmente, por esta enfermedad.
En un esfuerzo sin precedentes por su extensión, los resultado del ensayo de fase III de la vacuna, vistos positivamente, indican que el método vacunal podría proteger frente a la malaria clínica y grave a la mitad de los niños expuestos, es decir, nacidos y viviendo en un área de alto endemismo palúdico.
El ensayo sobre la eficacia, seguridad e inmunogenicidad de la vacuna antimalárica RTS,S/AS01 se ha realizado en siete países africanos., desde marzo de 2009 a enero de 2011, sobre 15.460 niños de dos categorías de edad, 6 a 12 semanas y 5 a 17 meses, vacunados con la RTS,S o con una vacuna alternativa no antimalárica. Después de un seguimiento de doce meses, el ensayo, realizado en once centros de investigación repartidos en siete países del África subsahariana, ha mostrado que tres dosis de RTS,S reducen un 56% el riesgo de que los niños sufran malaria y un 47% en el caso de la malaria grave.
Además de reseñar algunas opiniones, desde nuestra proximidad, destacamos la del responsable principal del Centro de Investigación de Salud de Manhiça (CISM) de Mozambique y el Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (CRESIB) perteneciente al Hospital Clínico de Barcelona y a la Universidad de Barcelona, Pedro Alonso, por lo concreto de la información. “Se trata de una gran noticia, pero es fundamental mantener la investigación y el desarrollo de nuevas herramientas para luchar contra la enfermedad”, dijo Pedro Alonso. “La Organización Mundial de la Salud emitirá una recomendación para el uso sólo en 2014 ó 2015 porque hay que tener los resultados completos”, añadió Alonso. “Hay que ver si la eficacia se mantiene en el tiempo o decae”, agregó, al tiempo que dijo que “hay que entender los mecanismos clave para ver por qué la vacuna funciona en alrededor de la mitad de las veces y no en el resto”.
Los resultados de la Fase II de la vacuna se publicaron en 2004 y los nuevos datos confirman las conclusiones anteriores sobre seguridad y eficacia, indicó Tsiri Agbenyega, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Ghana. Los resultados de la Fase III implican la prevención de decenas de miles de casos de malaria, añadió Agbenyega. Regina Rabinovich, directora del programa de enfermedades infecciosas en la Fundación Bill & Melinda Gates, que aportó fondos clave para la iniciativa de la vacuna contra la malaria, señaló que no es claro que una eficacia del 47% haga de ésta una vacuna lista para la comercialización.
Andrew Witty, ejecutivo principal de la firma farmacéutica GlaxoSmithKline asociada al desarrollo de la vacuna, aseguró que durante décadas muchos expertos en sanidad han creído que era imposible la inmunización contra una infección parasitaria. El empresario añadió: “estamos acostumbrados a ver vacunas que tienen una eficacia del 98 al 99% contra las enfermedades comunes en Occidente. Pero es importante que no nos fijemos sólo en los porcentajes, sino también en el impacto potencial absoluto de la vacuna”, agregó.La conclusión del trabajo publicado es que la vacuna RTS,S/ AS01 produce cierta protección significativa frente a la malaria clínica y la malaria grave. El trabajo ha sido financiado por GlaxoSnithKline Biologicals y Iniciativa para la vacuna de la malaria PATH.