En un reciente informe de la OMS (13/12/11) se indica que la incidencia y mortalidad por malaria en el mundo se han reducido durante los últimos 10 años, lo que representa «un importante avance». Sin embargo, el informe advierte que las cifras de muerte por esta causa «son todavía desconcertantemente altas para una enfermedad totalmente prevenible y tratable». El 81% de los casos y el 91% de las muertes se dan en África.
En palabras de la directora general de la OMS, Márgaret Chan, «se están haciendo importantes progresos en combatir un importante problema de salud pública. La cobertura de la población de riesgo con medidas preventivas contra la malaria y estrategias de control aumentó otra vez en 2010 y supuso un descenso de los casos estimados de malaria y de las muertes», reconoce Chan, advirtiendo de que «hay señales de preocupación que sugieren que el proceso puede ser lento».
Para el enviado especial para la lucha contra la Malaria de Naciones Unidas, Raymond G. Chambers, «con las muertes por malaria en África reduciéndose significativamente desde el año 2000, el regreso de nuestra inversión para acabar con las muertes por malaria ha sido mayor que ninguna de las que he visto en el mundo de los negocios. Sin embargo, todavía sigue muriendo un niño cada minuto de malaria y eso es demasiado», recuerda Chambers, para quien « el precio de la actual crisis económica no debe ser la pérdida de nuestros progresos o su ralentización. Con el objetivo de aproximar a cero la cifra de muertes para 2015, retroceder ahora no es una opción», sentenció.
Telas Mosquiteras impregnadas de insecticidas de larga duración
Las mosquiteras con insecticida de larga duración han sido una de las «armas» más baratas y efectivas en la lucha contra la malaria. Según este estudio, el número de mosquiteras para los países con malaria endémica de África Subsahariana ha aumentado desde los 88,5 millones de 2009 hasta los 145 millones de 2010. Ahora, cerca de la mitad de los hogares en África Subsahariana tienen al menos una mosquitera y el 96 por ciento de sus habitantes pueden acceder a esta protección.
Se han conseguido tambén progresos en la extensión del uso de pruebas rápidas de diagnóstico, cruciales para diferenciar la malaria de otras enfermedades febriles. El número de test repartidos por los fabricantes alcanzó los 45 millones en 2008 y aumento hasta los 88 millones en 2010, casi el doble. «Las tasas de pruebas en el sector público en la región africana de la OMS se elevó del 20% de 2005 hasta el 45% de 2010», anota el informe.
Ha aumentado también, en todo el mundo, el volumen de medicación antimalárica distribuida al sector público. En 2010, se facilitaron 181 millones de tratamientos de terapia combinada basada en la artemisinina (TCA), hasta 158 millones en 2009 y unos 11 millones en 2005. «La TCA se recomienda como tratamiento de primera línea para la malaria causada por el parásito de la malaria más mortal, el Plasmodium falciparum», recuerdan.
Según este informe, a pesar de los «progresos significativos » logrados en 2010, el esperado recorte de los fondos para la lucha contra la malaria amenaza los avances logrados en la última década,.
«Los fondos internacionales para controlar la malaria alcanzaron los 1.000 millones de dólares (unos 764 millones de euros) en 2010 y los 2.000 millones de dólares (unos 1.528 millones de euros) en 2011, pero siguen siendo significativamente más bajo que los entre 5.000 y 6.000 millones de dólares (entre 3.820 y 4.586 millones de euros) que se necesitarían anualmente para alcanzar las metas globales contra la malaria», dicen.
«Según las proyecciones de este informe, a pesar del mayor apoyo que brinda Reino Unido a la causa, los fondos para luchar contra la malaria podrían reducirse ligeramente en 2012 y 2013 y podrían caer más en adelante, hasta un anual 1.500 millones de dólares (unos 1.145 millones de euros) para 2015, sobre todo por la reducción de la inversión destinada alFondo Mundial para la lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.«Necesitamos un Fondo Mundial con todos sus recursos, nuevos donantes, y que los países endémicos unan sus fuerzas y encaren los grandes retos que tienen por delante. Millones de mosquiteras necesitarán ser reemplazadas en los próximos años y la meta del acceso universal a los test diagnósticos y los tratamientos efectivos debe alcanzarse», según el director del Programa Global contra la Malaria de la OMS, Robert Newman.