El Dr. Rodríguez Montes, Académico Correspondiente

viernes , 17 de febrero de 2012

El 16 de febrero, en sesión solemne de la Real Academia Nacional de Farmacia, el Dr. José Antonio Rodríguez Montes, tomó posesión de su plaza de Académico Correspondiente. La Corporación acoge así en su seno, a este prestigioso médico cirujano, Jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario La Paz de Madrid y Catedrático de Cirugía de la Universidad Autónoma de Madrid.

Fue presentado por el Académico Excmo. Sr. D. Federico Mayor Zaragoza en nombre de la Academia.

El Dr. Rodríguez Montes es Licenciado y Doctor en Medicina y Cirugía con Premio Extraordinario por la Universidad de Granada y Diplomado en Nutrición por la misma Universidad.

Fue Becario Postdoctoral en el extranjero del MEC en la Universidad de Cambridge, UK y, Medecin Resident Etranger des Hôpitaux de Paris; Decano de la Facultad de Medicina de la UAM; Director de 84 tesis doctorales; Autor de 12 libros, 123 capítulos de libros, 220 artículos en revistas indexadas y de más de 450 Comunicaciones y Ponencias a Congresos Nacionales e Internacionales.

Es además, Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina y de las Reales Academias de Medicina de Valladolid, Murcia, Andalucía Oriental y Malagueña de Ciencias. Está en posesión de la Medalla de Oro de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Su discurso de ingreso versó sobre la “Evolución y Revolución de la Cirugía”, donde nos hizo un recorrido de la evolución de la cirugía desde la antigüedad hasta los tiempos actuales, pasando por la edad media, la moderna y la contemporánea, señalando los acontecimientos más importantes, el período en el que tuvo lugar el nacimiento histórico de la Cirugía como Ciencia y como se ha desarrollado hasta la actualidad.

Finalmente, el Dr. Rodríguez Montes nos habló del futuro que le espera a la cirugía y sus predicciones personales basadas en tres componentes: la mano del cirujano, las nuevas tecnologías instrumentales y la atención al paciente.

Una vez concluida su interesantísima y amena disertación, la Presidente de la Academia, le impuso su medalla en nombre de S. M. el Rey.