Canarias y la fiebre de duración intermedia
viernes , 31 de enero de 2025

En la tarde del jueves 30 de enero, la Dra. Emma Carmelo Pascual disertó, en la Real Academia Nacional de Farmacia de España, sobre “La fiebre de duración intermedia: el caso de Canarias”. Fue presentada por el Excmo. Sr. D. Vicente Larraga Rodríguez de Vera.
La Dra. Carmelo comenzó definiendo el concepto de fiebre de duración intermedia o fiebre de origen desconocido como una fiebre con una duración entre una y tres semanas, que se manifiesta con una temperatura axilar mayor de 38º y que se presenta en personas a las que no se les conocen inmunodepresión ni ingreso hospitalario previo y cuya etiología es desconocida tras una evaluación inicial. Suele manifestarse tras un periodo de incubación de cinco a veintiún días con un comienzo súbito de fiebre cuyos síntomas recuerdan a una gripe: malestar general, cefaleas, mialgias, artralgias y, en ocasiones, vasculitis y exantemas, acompañados de manifestaciones clínicas respiratorias, digestivas y neurológicas. Tienen su origen en enfermedades infecciosas y un 50% de las personas que la padecen requieren hospitalización.
Abordó las causas más frecuentes de estas fiebres: viriasis, infecciones por Rickettsia sp.pl. y Coxiella burnetti y, con menor frecuencia, anaplasmosis, ehrlichiosis, leptospirosis, etc., todas ellas –salvo las viriasis- de origen zoonótico.
Revisó las enfermedades –y sus ciclos de transmisión- causados por Coxiella burnetii, Bartonella sp. pl., Anaplasma phagocytophilum, Ehrlichia sp. pl., para pasar a ocuparse de los protocolos de diagnóstico microbiológico de las bacterias causantes de estas fiebres de duración intermedia, que abordó desde tres frentes: el cultivo en laboratorio, estudios serológicos y la reacción en cadena de la polimerasa [PCR], analizando las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.
Se ocupó, a continuación, de los patógenos específicos que causan este tipo de fiebres en las Islas Canarias, abordando el estudio desde una visión de ‘un mundo: una salud’, señalado por la Organización Mundial de la Salud; ambiente, hospedadores, vectores y patógenos como elementos de un mismo problema. Para ello, su equipo procedió al análisis de los loci genómicos de Coxiella burnetii, Rickettsia sp. pl., Bartonella sp. pl. y Anaplasma sp. pl. para lo que diseñaron una colección de oligonucleóticos para la caracterización de bacterias que causan estas fiebres por PCR a tiempo real; explicitó las condiciones y técnicas de los ensayos realizados, así como sus evaluaciones de especificidad. La aplicación de estos protocolos a las islas de El Hierro y La Palma puso de manifiesto su viabilidad y la mayor presencia de tifus murino (42 casos) y fiebre q (16 casos) frente a un caso de bartonelosis y un pequeño contingente de otras infecciones: parvovirus, micoplasma, etc. Entre las conclusiones de sus estudios sobre estas fiebres en las Islas Canarias destacó la falta de diferencia por sexo en tifus murino, pero sí en fiebre q (más frecuente en varones) quizás debida a diferentes tareas ocupaciones en razón del género; no detectaron diferencias significativas en función de la edad y sí se advirtió estacionalidad en los meses de invierno para los casos de fiebre q; aportó datos de tasas de infección frente a la población total y señaló la ausencia en la detección de infecciones producidas por Rickettsia felis en estos territorios, quizás porque su gravedad resulta menor que en otros casos y, por ello, los pacientes no fueron incluidos entre el personal reclutado para estos estudios. Los resultados obtenidos obligan a repensar estrategias seguidas en salud pública en estos territorios, desde la óptica one health.
Tras su intervención tuvo lugar un coloquio con los académicos asistentes.