Nanopartículas y aptámeros: hacia la medicina personalizada
viernes , 21 de marzo de 2025

El jueves 20 de marzo la Real Academia Nacional de Farmacia organizó una sesión científica en la que intervino el doctor Valentín Ceña Callejo; fue presentado por el Excmo. Sr. D. Juan Tamargo Menéndez. El tema abordado fue: “Nanopartículas y aptámeros como transportadores de siRNA: una nueva vía hacia la medicina personalizada”.
El Dr. Ceña Callejo comenzó su intervención definiendo el concepto de medicina personalizada como aquella que utiliza el perfil genético de un individuo para guiar las decisiones tomadas con respecto a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades. Introdujo el concepto de siRNA [small interfering RNA] un pequeño ARN de interferencia, con una longitud de 20 a 25 nucleótidos, altamente específico para la secuencia de nucleótidos de su ARN mensajero diana, interfiriendo por ello con la expresión del gen respectivo, que requiere protección frente a su degradación hasta alcanzar la diana. Para la dispersión de estos siRNA se emplean nanopartículas, unos materiales multifuncionales que interactúan con los sistemas biológicos de forma controlada y que presentan propiedades únicas gracias a su pequeño tamaño. Por último, abordó el concepto de aptámero, oligonucleótidos de cadena sencilla, con tamaños entre 70 y 100 nucleótidos, capaces de reconocer de forma específica y con alta afinidad a varios tipos de moléculas diana mediante un plegamiento tridimensional de su cadena.
Sobre estas bases conceptuales presentó las experiencias de su grupo de investigación sobre los glioblastomas, los tumores más comunes y malignos entre las neoplasias de la glía, cuya supervivencia media desde el diagnóstico hasta la muerte es de unos 14 meses, la supervivencia a los dos años es de alrededor del 20% y a los cinco años próxima al 5%, para el que se necesitan nuevos enfoques de tratamiento.
Su aportación se dirigió a la eliminación de proteínas clave implicadas en la supervivencia y proliferación tumoral, lo cual podría potenciar el efecto de los fármacos antitumorales. Un problema que afrontó desde dos perspectivas: la eliminación de proteínas relevantes en modelos celulares selectivos y el cruce de la barrera hematoencefálica por parte de las nanopartículas.
Para el primer supuesto expuso los resultados observados tras emplear líneas comerciales de glioblastoma, líneas celulares derivadas de pacientes, células disociadas de organoides derivados de pacientes y modelos animales de xenoinjerto. Como conclusiones señaló que las nanopartículas derivadas de dihidropirina se unen al siRNA y lo protegen de la degradación; no son tóxicas hasta 10 μM para células de glioblastoma y astrocitos, y solo ligeramente tóxicas para neuronas; además estas nanopartículas son transfectantes muy eficaces de siRNA en líneas celulares de glioblastoma, astrocitos, células derivadas de pacientes y en células aisladas de organoides de glioblastoma derivados de pacientes.
En el segundo de los aspectos mostró los resultados que ponen de manifiesto que las nanopartículas no presentan toxicidad in vivo ni acumulación en el sistema nervioso central y además transportan siRNA a la ubicación anatómica deseada, atravesando la barrera hematoencefálica en los ratones experimentales empleados.
Tras su intervención tuvo lugar un prolongado coloquio, con los académicos presentes en la sala, quienes mostraron su interés por los prometedores resultados observados