Sesgos de género en atención sanitaria

lunes , 30 de octubre de 2023

En la tarde del 26 de octubre, la Ilma. Sra. Dª. María Teresa Ruiz Cantero impartió, en la RANF, una conferencia titulada “Sesgos e innovaciones de género en investigación y atención sanitaria”; fue presentada por el Excmo. Sr. D. José Martínez Lanao.

Partiendo de un artículo aparecido en The New England Journal of Medicine, publicado en 1991 (325: 221-225) sobre “Differences in the use of procedures between women and men hospitalized for coronary heart disease”, elaborado por John Z. Ayanian y Arnold M. Epstein, la Dra. Ruiz Cantero presentó una síntesis de los sesgos de género observados, desde entonces a nuestros días, en el tratamiento médico.

Definió ‘sesgo de género’, en la práctica profesional de la medicina, como “La diferencia en el tratamiento médico de hombres y mujeres, el impacto del cual puede ser positivo, negativo o neutro” y señaló sus consecuencias: desde pronósticos inciertos en morbilidad y mortalidad, a desigualdades de género en salud. Comentó los resultados de la primera estrategia de salud de las mujeres, realizada, en 2021, sobre una consulta ciudadana en Reino Unido y presentó una tipología de sesgos de género en atención sanitaria, en enfermedades padecidas por ambos sexos, producida por la distinta exposición a factores de

riesgo, la diferencia en la aparición de síntomas, las distintas repuestas a los tratamientos y las erróneas similitudes en resultados y pronósticos.

Abordó las diferencias de expresión lingüística en función del sexo y los distintos sistemas de transferencia de la información recibida del/la paciente a la historia clínica, concluyendo que mujeres y hombres informan sobre el dolor de forma diferente, debido a la existencia de repertorios léxicos femeninos y masculinos distintos, de acuerdo con unos estereotipos sociales dominantes.

Diferenció entre distintos tipos de sesgos, basados en estereotipos o apariencias, que conducen a que, en una alto número de enfermedades, los diagnósticos en mujeres se retrasen significativamente más que en hombres, lo que obliga a diseñar estrategias en las que las diferencias en función del sexo sean contempladas en el establecimiento de signos y síntomas y que los programas de investigación deban considerar las diferencias basadas en la interacción sexo/género.

Concluyó señalando que, tras casi treinta años después de las primeras evidencias científicas sobre sesgos de género en atención sanitaria, estos se mantienen pese a las abundantes evidencias existentes; muchas enfermedades se expresan de forma diferente en hombres y mujeres y, el no considerarlo así, produce diferencias asistenciales en perjuicio de las mujeres. Ambas evidencias ponen de manifiesto que las innovaciones de género contribuyen a repensar por qué y cómo se producen estos sesgos de género que conducen a conceptos erróneos sobre un buen número de enfermedades.   

Los académicos presentes en la sala mantuvieron con la ponente un extenso e interesante debate sobre las cuestiones expuestas.

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