P. Falciparum: nuevo modelo, nuevo hito

El ciclo de la infección palúdica comienza con la inoculación de esporozoitos – formas infectantes – al tejido conjuntivo subcutáneo, producida al inicio de la picadura de una hembra de Anopheles de una especie vectora. Los esporozoitos liberados van a tener un doble destino. Unos pocos se desarrollarán en el tejido conjuntivo subcutáneo y ganglios linfáticos subsidiarios del área de inoculación (posible comportamiento relicto de en sus ancestros aun conservado en los plasmodios que parasitan a las aves); la mayoría de los esporozoitos logran ingresar en vasos sanguíneos y llegar al hígado. Tras una curiosa peripecia de atravesar hepatocitos, cada esporozoito organiza en el último hepatocito penetrado, que esclaviza impidiendo que se autodestruya, una vacuola parasitófora en el interior de la cual se multiplica por gemación múltiple (esquizogonia hepática), los numerosos merozoitos que así se forman son liberados a la circulación en pequeños sacos repletos (merosomas). Los merozoitos, ingresando en los glóbulos rojos inician la siguiente fase del ciclo (la esquizogonia hemática).

Pues bien, hasta ahora, la fase hepática de P.falciparum no se podía manejar con sencillez, sólo en inoculaciones de monos o por similaridad con lo que sucede en especies parásitas de roedores ( Plasmodium berghei, P.yoelly). No se disponía de un modelo sencillo y económico de la fase hepática, ni del ciclo completo de P.faalciparum en un modelo sencillo. En lo que consideramos un avance significativo en el futuro dominio integral del paludismo por P.falciparum se publica en el Journal of Clinical Investigation, por el equipo dirigido por el Dr Stefan Kappe del Instituto de Investigación Biomédica de Seattle los resultados que demuestran que es posible reproducir en ratón las fases hepática y hemática de la infección, iniciada como ocurre en condiciones naturales por inoculación de esporozoitos formados en el mosquito vector. El modelo es un ratón inmunocomprometido deficiente en fumarilacetoacetato hidrolaxa (Fah–/–, Rag2–/–, Il2rg–/–) denominado FRG al que se injertan hepatocitos humanos (FRG-huHep). En este modelo la fase hepática se completa en 7 días formándose merosomas con merozoitos. Cuando este ratón se cruza con la cepa de procedencia NOD (ratones diabéticos no obesos), la F1 injertada de hepatocitos humanos y repoblada con eritrocitos humanos soporta la fase hepática del ciclo y su transición a la sangre. El modelo va a permitir conocer mejor estos dos momentos fundamentales en el diseño de vacunas. El trabajo, publicado en línea puede ser consultado en su integridad en: http://www.jci.org/articles/view/62684.