La Dra. Santiago trató sobre “Fármacos en el agua de riego: ¿atenuación natural o riesgo para la salud?”; a lo largo de su exposición señaló cómo la presencia de fármacos en las aguas es un problema global; estos productos, procedentes tanto de medios humanos como veterinarios, se incorporan a las aguas en un proceso continuo y acelerado debido al mayor consumo de fármacos, en particular los destinados, en nuestro entorno, a reducir el colesterol, antidepresivos, antidiabéticos y antihipertensivos, los que les sitúa en una contexto de contaminantes de precaución emergente. Abordó cómo el proceso de reutilización indirecta de las aguas en el riego de cultivos supone una ruta de propagación, acumulación y exposición a fármacos, si bien los procesos de atenuación natural que ocurren en los primeros centímetros del suelo son bastante efectivos en la reducción de la concentración de estos productos en la planta. Expuso los resultados de los estudios multimatriz desarrollados por su equipo, reseñando que son esenciales para conocer la magnitud real de la transferencia de contaminantes del suelo a la planta.
La Dra. María Concepción Almonacid Garrido trató el tema del “Control y prevención de Legionella en sistemas de abastecimiento de agua”. Tras analizar la relación directa entre la calidad del agua y la vida humana y presentar el ciclo de Legionella pneumophilla y sus condiciones de vida, señaló los sistemas habituales de transmisión e infección por Legionella, causante tanto de legionelosis como de la fiebre de Pontiac. Dedicó el resto de su intervención a exponer la legislación sobre el control de esta bacteria en aguas de consumo humano y a presentar los resultados obtenidos tras los análisis realizados en las aguas de la Comunidad de Madrid; señaló que los resultados revelan la buena calidad de la mayor parte del agua de consumo público, si bien existe un pequeño porcentaje, en especial en duchas de polideportivos, que precisan de un control regular por exceder los límites legales, y que se encuentran asociados a defectos estructurales. La presencia de es mayor en aguas entre 25º/49º, con una distribución estacional clara en primavera y otoño. Señaló cómo el planteamiento y la implementación de estrategias orientadas a minimizar los riesgos estructurales, de mantenimiento y operacionales es fundamental para mejorar la calidad y seguridad de las aguas de consumo y enfatizó en la necesidad de los trabajos de análisis ayuden a impulsar políticas y acciones futuras que garanticen la inocuidad de los sistemas de abastecimiento en grandes ciudades.