Conferencia: “El farmacéutico ante el suicidio asistido”

El conferenciante presentó una visión ética de la posición que, como personas y como farmacéuticos, ha de adoptarse ante la tentación de acabar con la propia existencia. Ante esta realidad de la condición humana propuso, como actitud básica, analizar la raíz del problema: cuestiones de salud, falta de medios económicos, de apoyo psico-social, afectivo, situaciones de soledad, necesidad de una adecuada atención paliativa, etc.; una vez encontrada, se han de buscar los medios más adecuados para afrontar el problema. Señaló cómo, en este espectro de posibilidades, el farmacéutico puede encontrar nuevas vías para desarrollar su función en la sociedad.

En su disertación abogó por permitir morir con dignidad y recordó la necesidad de aliviar la vida humana de quienes se encuentran en situaciones más extremas, proponiendo la participación del farmacéutico –como profesional y como persona- en aquellas tareas que procuren aliviar, acompañar, curar, asesorar, investigar o ayudar de cualquiera otra manera a superar los duros trances de la vida.

Subrayó que no considera cometido de un farmacéutico el ser agente necesario para un suicidio, todo lo contrario: como agente sanitario, el farmacéutico debe valorar toda vida humana como lo que es: una infinita dignidad, que no pierde ni un ápice de su valor con el dolor, el sufrimiento, la enfermedad o la vejez.