Desarrolló el proceso de formación de ambas sociedades científicas advirtiendo la proximidad de su fecha de fundación y el establecimiento de alguno de sus objetivos comunes, tal la práctica de la química. Abordó las diferencias existentes con respecto a los criterios de admisión, mucho más selectivos por parte de la Chemical Society.
Señaló cómo ambas sociedades son fruto de una época en la que se produce un fenómeno de diferenciación de la ciencia, de una parte, y la reafirmación del sentir profesional y de los derechos asociados a la práctica del oficio, de otra.
Pasó revista a algunos de los personajes singulares de ambas sociedades, resaltando -en el caso de la Chemical Society- la influencia alemana en la química británica. Prestó atención a la descripción del escudo de armas de ambas sociedades y al periplo en busca de una sede que pueda satisfacer sus necesidades y cumplir sus objetivos fundacionales.
Por último, comentó la evolución en el título de ambas sociedades: Chemical Society of London pasa a denominarse, primero, Chemical Society y, más tarde, Royal Society of Chemistry. Por su parte, Pharmaceutical Society of Great Britain se transformó, con el paso de los años en Royal Pharmaceutical Society. Un caso de ‘vidas paralelas’ como señalaba el conferenciante en el título de su intervención.