Diferenciación sexual : el factor de Jost
El estudio de la diferenciación sexual de los mamíferos es, sin duda, un ejemplo relevante de proceso epigénetico producido por la interacción entre genoma y hormonas secretadas por los testículos fetales: la testosterona y la hormona anti-Müllerian . La diferenciación sexual se produce a nivel periférico, en las gónadas y, también, a nivel cerebral, hipotálamico, en dos vertientes: la neuroendocrina y la de conducta sexual. Ambas vertientes del dimorfismo sexual cerebral pueden ser estudiadas en rata. En la diferenciación periférica o gonadal el diferenciador es el testículo fetal que secreta dos hormonas. La testosterona que mantiene y diferencia los canales Wolff en vasos deferentes, epidídimo y vesículas seminales y la hormona anti-Müllerian (AMH) que provoca la regresión de los canales de Müller, todo ello, en el embrión genéticamente macho. En el cual se diferencian, previamente, los testículos en la etapa fetal de desarrollo de gónadas. En el embrión hembra, sin testículos, y consecuentemente sin testosterona ni AMH, los canales de Wolff involucionan y los de Müller, de forma espontánea, se diferencian en útero, tronpas de Falopio y parte superior de la vagina. La aclaración de dichas cuestiones pudo realizarse por el descubrimiento, en fetos de conejos, hecho por el Prof Alfred Jost, en Paris (1947-50), de la hormona anti-Müllerian (AMH). Actualmente se conocen múltiples funciones de la AMH, aunque la más fundamental sea la de regresión de los canales Müllerian en los fetos genéticamente masculinos. Esta hormona se ha mostrado ser, además, un marcador de patologías como las neoplasias ováricas o la anormal esteroidogénesis del ovario y su hallazgo aclaró todo el heterogéneo grupo de patologías de intersexualidad gonadal. Se han clonado su gen y se han preparado sus anticuerpos. Por pertenecer a la familia del TGF (factor de crecimiento transformante).cuyos miembros están implicados en procesos neoplásicos, está siendo, actualmente, muy estudiada. Tanto sus posibles aplicaciones en terapéutica, como sus funciones en adulto, son aún investigaciones abiertas al futuro.
Intervenciones
Ana María Pascual-Leone Pascual