Mesa redonda homenaje a Vicente Cervantes Mendo
Vicente Cervantes Mendo (Ledrada, Salamanca,1758-Ciudad de México, 1829) llegó a América en 1787 con la expedición científica de la Nueva España (1787-1803) , dirigida por el aragonés Martín de Sessé y Lacasta (1751-1808), e integrada por Juan Diego del Castillo, José Longinos Martínez y Jaime Senseve. La Real Cédula de Creación de la Expedición Botánica a Nueva España fue extendida el 20 de marzo de 1787. El profesor del Real Jardín Botánico de Madrid Casimiro Gómez Ortega seleccionó los miembros que habrían de componerla. El territorio objeto de estudio ocupó desde San Francisco, en California, hasta la población de León en Nicaragua, la isla de Nukta, en el archipiélago de Vancouver, El Salvador, Guatemala, y las islas de Santo Domingo, Puerto Rico y Cuba. El 27 de marzo de 1788, Sessé informa a Gómez Ortega de la inauguración del Jardín Botánico de la Ciudad de México y poco después, comentará los nuevos planes para el establecimiento y los preparativos de sus viajes de exploración. Vicente Cervantes ocupó la primera cátedra de botánica en la Ciudad de México en donde vivió durante treinta años explicando las etimologías griega, latina y mexicana de cada planta, sus virtudes terapéuticas y los usos económicos de los distintos vegetales, para lo cual utilizó el mismo libro que los alumnos que recibían clase en el Jardín Botánico madrileño, esto es, el Curso Elemental de Botánica de Casimiro Gómez Ortega y Antonio Palau Verdera (1734-1793), el primero de cuyos autores había sido maestro de Cervantes en el Real Jardín Botánico de Madrid. A lo largo de su carrera describió más de trescientas especies nuevas, publicó quince obras de carácter científico (algunas de las cuales se han extraviado) y fue responsable de la formación de nuevos botánicos, entre ellos de José Mariano Mociño (1757-1819), que se incorporó a la expedición en 1790. Entre sus obras destaca el Ensayo a la Materia Médica Vegetal de México, que no se editó hasta casi finalizado el siglo XIX, así como su participación en las obras Plantae Novae Hispaniae, y Flora Mexicana, ambas editadas en México con Sesse y Mociño como autores, siendo el resultado de la obra de la expedición, cuyo principal botánico fuera Cervantes. Vicente Cervantes permaneció en Ciudad de México donde, pese a su condición de español, el gobierno independentista le respetó en su cargo; murió el 26 de julio de 1829.
INTERVENCIONES
María del Carmen Francés Causapé
Paloma Blanco Fernández de Caleya
Conservadora de Herbarios del Real Jardín Botánico de Madrid