El Dr. Ardura tituló su contribución ‘PHrP. Un péptido polifacético en distintos tejidos’. Tras unas palabras introductorias, en las que abordó el descubrimiento de este péptido, su estructura génica y peptídica y sus similitudes y diferencias con la Parathormona [PTH], pasó a ocuparse de sus efectos en diversos órganos y tejidos (huesos, cartílagos, dientes, estómago, páncreas, placenta, sistema cardio-vascular, etc.), para abordar las vías de señalización intracelular PTHrP a través de los tres dominios funcionales que componen la molécula. Para finalizar, señaló los mecanismos propuestos para explicar la diversidad funcional de PTHrP: tres promotores distintos que regulan transcripción dependiente del tejido; tres isoformas peptídicas con funciones potencialmente diferentes; distinta estabilidad de transcritos de ARN mensajero, dependiendo de factores específicos de los tejidos; fragmentación del péptido en fragmentos peptídicos de distinto tamaño, duración y función, dependiendo de enzimas intracelulares y extracelulares específicas; actuación sobre distintos receptores y efectores intracelulares en función del dominio peptídico implicado y el hecho de que, tras la activación del receptor en células diana, las moléculas acompañantes particulares de cada tejido de cada una de las regiones subcelulares pueden modificar la respuesta del receptor a PTHrP.
La Dra. Gortázar centró su intervención en ‘PTHrP: sinergias con la mecano-estimulación en el esqueleto’. Comenzó analizando el sistema PTHrP / PTH1R y su rol en el hueso, tanto en las células de linaje hematopoyético y condrocitos, como en las células de linaje osteoblástico; abordó las acciones paracrinas de la PTHrP en hueso y las acciones anabólicas óseas de la PTHrP, comparándolas con las acciones anabólicas óseas de Abaloparatida, empleada para tratar la osteoporosis. A continuación se ocupó de la Ley de Wolff, relativa a la adaptación del hueso a la carga y de la teoría del mecanoestato, como respuesta a la tensión soportada por el hueso. Analizó los tipos de células óseas que reciben el estímulo mecánico y los efectos de la tensión mecánica sobre ellas, para concluir que la estimulación mecánica puede activar el receptor PTH1R de manera independiente del ligando. Sus estudios llevan a establecer que la estimulación mecánica en osteocitos inhibe el reclutamiento y la diferenciación de osteoclastos, a través de un componente dependiente de la traslocación del PTH1R al cilio primario, a través de un mecanismo que podría explicar la eficacia terapéutica del tratamiento combinado de PTH o PTHrP con la estimulación mecánica para preservar la masa y la calidad ósea.
Las ponencias fueron seguidas de un debate entre los académicos asistentes y los conferenciantes, centrado en la utilidad terapéutica de los péptidos PTH y PTHrP.