MESA REDONDA
CONTINUIDAD ASISTENCIAL DEL PACIENTE CON QUIMIOTERAPIA ORAL
Conclusiones Generales.
1. La necesidad de formar expertos en transición asistencial, con visión interprofesional, se manifiesta como prioridad clara para la sostenibilidad del Sistema Sanitario, y para garantizar la continuidad asistencial de los pacientes, especialmente en pacientes de alto riesgo como son los que sufren enfermedades tumorales y reciben antineoplásicos orales.
2. El diagrama de procesos integrados de Antineoplásicos Orales descrito, es herramienta prioritaria para los pacientes con estos tratamientos ya que facilita sus transiciones asistenciales, e identifica oportunidades claras de mejora en las relaciones interprofesionales; ambas circunstancias redundan en la seguridad del paciente, y en la optimización de resultados clínicos.
3. El seguimiento farmacoterapéutico, y la gestión integral del paciente con cáncer en tratamiento con quimioterapia oral, debe implementarse de manera integrada y continua entre los equipos de atención primaria y de atención especializada, con criterios compartidos para ofrecer al paciente la mejor atención disponible. En este contexto, la atención farmacéutica debe ser transversal en todos los niveles de atención.
4. La rápida incorporación de las nuevas terapias orales en el tratamiento del cáncer evidencia la necesidad de establecer, de forma prioritaria, programas específicos para la enfermera oncológica. Este proceso posibilitara su integración en el equipo interprofesional que se vería reforzado para garantizar con calidad y seguridad la transición asistencial del paciente con cáncer
5. Los pacientes oncológicos que reciben tratamiento ambulatorio con antineoplásicos orales deben ser considerados grupo prioritario para su participación en programas de conciliación de medicamentos. Las obligadas transiciones a diferentes niveles asistenciales y las oportunidades de mejora en la farmacoterapia e información que se identifican, son fuente de mejora para incrementar la seguridad del paciente y la eficiencia en la respuesta anticancerígena.
6. Debería potenciarse el conocimiento personal entre profesionales de distinto niveles asistenciales, y maximizar la tecnología disponible para una mejor comunicación. Además, la ausencia de historia clínica electrónica única, o de interoperabilidad entre sistemas, son situaciones a corregir cuanto antes para facilitar la transición asistencial.
7. Garantizar la calidad de la adherencia terapéutica, en transición asistencial, requiere establecer una nueva relación entre el paciente y los nuevos profesionales implicados en su atención, especialmente cuando el tránsito se produce desde el hospital al medio ambulatorio, dada la disminución en la supervisión de los tratamientos, al pasar a ser el paciente o cuidador el máximo responsable de su seguimiento.
8. La historia clínica electrónica facilita el intercambio de información y la comunicación interprofesional de forma rápida y segura; no obstante, en las consultas de Farmacia Oncológica se necesita protocolizar la revisión de los cursos clínicos en las transiciones asistenciales de nuestros pacientes, y en particular con los de especial riesgo.
9. La percepción de los pacientes sobre continuidad asistencial debe incorporarse como indicador esencial del proceso, por su gran influencia en la satisfacción del ciudadano con atención sanitaria, objetivo fundamental del Sistema Sanitario Público. En efecto, los resultados de la encuesta informan que el 80% de los pacientes perciben una adecuada transferencia de información entre los profesionales sanitarios; el 56% perciben necesidades de mejora en la comunicación interprofesional, y el 36% perciben falta de coordinación entre Atención Primaria y Atención Especializada.
10. La encuesta interprofesional realizada descubre un modelo de atención con oportunidades de mejora de la calidad asistencial que recibe el paciente con cáncer en transición. Entre estas destaca la ausencia de determinantes sociales que conducirían al modelo biopsicosocial, y la identificación de una atención fragmentada, con escasa o nula información estructurada y muy limitada comunicación interprofesional. La denominada “sanidad móvil” se presenta como alternativa para gestionar los recursos disponibles para estos pacientes de alto grado de movilidad.