Virus Zika, una nueva pandemia.
La virosis zoonótica Zika se llama así por el lugar de su aislamiento. En las cercanías de Entebbe, la capital de Uganda, a orillas del Lago Victoria, en un bosquecillo vecino al Laboratorio de vigilancia de Fiebre Amarilla, se colocó dentro de una jaula a un mono Rhesus como control (monitor) de procesos víricos transmitidos por mosquitos ( Fiebre amarilla). El mono contrajo un proceso febril, con conjuntivitis y de su sangre, era 1948, se aisló un agente infeccioso filtrable, un virus, que se bautizó Zika, el nombre del bosquecillo donde se aisló. Posteriormente se aisló de un mosquito de tronco de árbol y se comprobó su difusión al hombre en África en dirección occidental desde Uganda, con olas epidémicas de los años 50 a 80 que alcanzaron los países de la costa occidental africana y Golfo de Guinea. Recorrió toda África al Sur del Sahara y Egipto y se detectó en Asia. El 2007 alcanza Yap en la Micronesia; en 2013-2014 el Sudeste asiático y los archipiélagos de Oceanía: Polinesia francesa, Cook, Nueva Caledonia. En el 2015 llega al Caribe y América del Sur, adquiriendo carácter pandémico.
El virus Zika pertenece al grupo Spondwany de los flavivirus (arbovirus, es decir virus transmitidos por artrópodos) como los de la fiebre amarilla, las encefalitis, el dengue, etc. Son virus con genoma formado por una sola hebra de RNA positivo, encerrado en una cápside hexagonal y conformación externa icosaédrica, cada cara formada por tres haces de tres dímeros de proteína. Trasmitidos por especies de Aedes, mosquitos diurnos como los tropicales ubicuos Aedes aegypti y A. albopictus. Parece que al menos hay dos variedades de virus, la africana y la asiática, siendo esta última la que alcanzó América. Ocasiona la fiebre Zika caracterizada por dolor de cabeza, erupción maculo-papulosa, fiebre, malestar, artralgias y conjuntivitis que aparece después de un periodo de incubación de 7 a 10 días. En muchas personas la infección pasa desapercibida detectándose sólo los anticuerpos específicos si se analiza su sangre. Parece que puede transmitirse persona apersona a través del semen y de transfusiones. Aunque el virus ha viajado por la amplísima faja intertropical donde progresa Aedes aegypti, su adaptación a A.albopictus y la continua expansión de este mosquito hacia los climas templados, así como su adaptación múltiple a otras especies de culícidos, suscitan una justificada precaución sanitaria. Por otra parte, las posibles implicaciones en la transmisión materno/fetal y su relación con abortos y lesiones del sistema nervioso central del neonato. La frecuencia de trastornos neurológicos post-infección, autoinmunes, en adultos como el síndrome de Guillain-Barré aumentan el interés por esta pandemia, a nuestras puertas ahora ya que también en nuestra costa mediterránea ha llegado para quedarse A. albopictus.