El Dr. Pedro Guillén nace en Archena (Murcia) en el año 1938. Se traslada a Madrid para cursar sus estudios de licenciatura en la Universidad Complutense de Madrid. Realiza su Tesis Doctoral con la calificación de sobresaliente cum laude en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense.
Su labor académica y de profesor universitario le lleva a desempeñar distintos cargos como son:
– Profesor funcionario del cuerpo de titulares de la U.Complutense de Madrid, especialista en traumatología y ortopedia del deporte
– Catedrático Extraordinario y Decano Honorario de la Universidad Católica San Antonio de Murcia.
– Director de varias Escuelas de Fisioterapia y Traumatología del Deporte.
– ASSOCIATE PROFESSOR of ORTHOPAEDICS and TRAUMATOLOGY “HONORIS CAUSA” por The Constantinian University. City of Cranston, State of Rhode Island, USA. 25 de abril de 2004.
– DOCTOR HONORIS CAUSA por la Universidad Católica de San Antonio de Murcia. Tema: Medicina, Moral y Ciencia. 13 de Junio 2007.
– DOCTOR HONORIS CAUSA por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. 2008.
– DOCTOR HONORIS CAUSA por la Universidad Pontificia de Salamanca. Salamanca, Junio 2015.
– Director y Co-director de tesis doctorales sobre ciencias básicas, traumatología y cirugía ortopédica y fundamentalmente sobre traumatología del deporte.
Dentro de la labor asistencial e investigadora ha ocupado los cargos de:
– Jefe del Servicio de Traumatología y C.O. del Centro de Rehabilitación MAPFRE-FREMAP (1972-2000)
– Director Médico del Centro de Rehabilitación MAPFRE-FREMAP (1979-2000)
– Director Nacional de los Servicios Médicos de MAPFRE-FREMAP (1979-2000) .
– Fundador y Director de la Clínica CEMTRO desde 1998.
– Fundador y Presidente de la Fundación Dr. Pedro Guillén.
– Fundador y Director de la Unidad Internacional Investigadora Biomédica.
– Director del Curso Internacional de Patología de la Rodilla, celebrado ininterrumpidamente durante 33 años.
– Ha recibido innumerables premios y distinciones. Cabe destacar el Premio Nacional de Investigación en 1983 concedido por la Sociedad Española de Traumatología y C.O., Premio Nacional de Investigación en Medicina Deportiva y la Medalla al Mérito del Trabajo, otorgada por el Ministerio de Trabajo e Inmigración en 2011.
Academias Nacionales y Autonómicas:
– Académico de Honor de la Academia de Cirugía Española.
– Secretario General de la Academia de Cirugía de Madrid. (1985-1999).
– Académico Correspondiente de la Real Academia de Medicina de Murcia, 23 de febrero de 1976.
– Académico Correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía del Distrito de Cádiz. 24 de enero de 1985.
– Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Medicina. 14 de enero de 1997.
– Académico de Honor de la Academia de Ciencias Médicas de Cantabria (Medicina, Farmacia, Veterinaria y Ciencias Afines). 26 de junio de 2003.
– Académico de Honor de la Academia Médico-Quirúrgica Española. Facultad de Medicina de la Universidad Complutense. Madrid, noviembre 2008.
– Académico Correspondiente de la Real Academia Nacional de Farmacia 2011.
– Académico Correspondiente de la Academia de Farmacia de Santa María de España 2012 de la Región de Murcia.
– Académico Correspondiente de la Academia de CC. Veterinarias de la Región de Murcia 2012 (E.).
– Académico de Honor de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Murcia. Junio de 2014
DE LA ESCAYOLA AL CULTIVO CELULAR
La lesión del sistema musculo esquelético que siempre ha acompañado al hombre en su paso por la tierra, ha tenido distintos tratamientos y todos ellos estaban en consonancia con los avances bio-tecnológicos que existían en el momento de producirse, y en esta presentación se exponen los métodos terapéuticos que una herida, luxación, fractura o traumatismo, recibían según los conocimientos médicos del siglo o año que sucedieran ya que la medicina es una disciplina nacida del “homo sapiens” y por todo ello ha estado unida a la misma evolución que ha caracterizado a nuestra especie a lo largo de la historia.
Una fractura siempre fue tratada con reposo y en descarga para evitar el dolor y para que la misma consolidara, y así por distintos métodos, como maderas o astillas vendadas para de esta manera inmovilizar la zona lesionada. A partir del 1852, momento en el que Anthonius Mathijsen inventó el yeso y hasta nuestros días, se considera a este procedimiento como el ideal.
Pero el yeso, “la escayola”, presenta inconvenientes, como la inmovilización, que se ha ido eliminando con la osteosíntesis, es decir, reducir la fractura y mantenerla con tornillos, placas, clavos… y así evitar la inmovilización y la rigidez articular. La aplicación de la osteosíntesis ha sido posible por los avances en asepsia, metalurgia y anestesia.
Después la articulación artrósica en personas edadas ha sido sustituida por prótesis con excelentes resultados, tanto que el paciente puede hacer su vida normal, incluso deporte.
¡Qué un hueso fracturado tiene que ser inmovilizado para que una o cure debe ser universalmente reconocido!
Y ahora la célula como medicamento, es una oportunidad terapéutica, que bien multiplicándola, haciéndola crecer, o haciéndola cambiar de función, se ha convertido en el protagonista de la ingeniería celular, y de este modo con la Medicina Regenerativa, hoy por hoy presenta las mejores credenciales posibles para asumir el desafío que suponen reparar o reemplazar órganos o tejidos enfermos o mermados, bien por el desgaste inherente a la edad, o bien como consecuencia de una determinada patología.
La evolución biotecnológica no ha hecho más que comenzar. Y como todas las revoluciones, resulta difícil predecir cómo acabará y que nos deparará.