Toma de Posesión como Académico de Número de Cesar Nombela Cano

La célebre afirmación de Louis Pasteur “los microbios tienen la última palabra”, ha seguido citándose como una de esas formulaciones que en Ciencia acabaron resultando proféticas. Pronunciada en medio de polémicas científicas, propias del siglo XIX, sobre la existencia y actividades características de la vida microbiana, se puede decir que sirvió de pórtico para un gran capítulo de avances en el conocimiento de los fenómenos biológicos en general. Los estudios iniciales abordados por la gran escuela pasteuriana, junto con otros científicos de relevancia, se orientaban en buena medida a la solución de problemas; había que resolver las enfermedades infecciosas o las alteraciones de productos alimentarios y bebidas. Pero, la consolidación cien \ntífica de la investigación microbiana estuvo impregnada de un notable interés por las cuestiones del conocimiento fundamental. En la resolución de la polémica sobre la generación espontánea, que Pasteur zanjó definitivamente, estaba en juego ciertamente la conservación de productos de interés. Pero, responder a la pregunta ¿es posible la generación de formas de vida elementales a partir de la materia inanimada? era el acicate intelectual que movió a los científicos a plantear demostraciones definitivas. En pleno desarrollo de la Ciencia empírica, que exigía experiencias claras como base para las afirmaciones sobre el mundo físico, avanzaron los estudios microbianos y se situaron definitivamente en la posición central que ocupan en las Ciencias de la Vida.

INTERVENCIONES

Cesar Nombela Cano

Julio Rodríguez Villanueva
Académico de Número de la RANF