“GESTIÓN INTEGRAL DE LA NUTRICIÓN ARTIFICIAL DOMICILIARIA: HUMANIZACIÓN E INNOVACIÓN AL SERVICIO DEL PACIENTE”
(Prof. Dr. José Manuel Martínez Sesmero)
La desnutrición relacionada con la enfermedad es una patología frecuente en el mundo desarrollado. Afecta a 30 millones de personas en Europa y tiene un coste asociado de ciento setenta mil millones de euros anuales. En España afecta en torno a 1,7 millones de adultos, lo que supone el 4,4% de la población.
La desnutrición afecta a uno de cada cuatro pacientes en el ingreso hospitalario. Se estima que los pacientes hospitalizados que se encuentran en estado de desnutrición a lo largo de sus estancia oscilan entre un 23,7% y un 37%; agudizándose estas cifras en el caso de pacientes pluripatológicos mayores de 70 años, y casi un 10% se desnutre durante su estancia hospitalaria. Todo ello supone un aumento de las estancias hospitalarias y de los costes asociados; en concreto, los costes directos de la desnutrición hospitalaria se estimaron en 1.143 millones anuales en 2009, lo que supone el 1,8% del gato sanitario del sistema nacional de salud.
Los avances en tecnología e infraestructuras han facilitado la transferencia de servicios complejos de hospitales al hogar. Actualmente, la tendencia internacional apunta a un desarrollo cada vez mayor del domicilio como centro de cuidados. Un meta-análisis de 61 ensayos aleatorios y controlados publicado en 2012 evidenció que los pacientes atendidos en el domicilio tenían una tasa de mortalidad a los seis meses entre un 19% y un 38% menor que los hospitalizados.
La nutrición parenteral domiciliaria (NPD) es una modalidad de soporte nutricional que permite la administración de soluciones de nutrición parenteral en el propio domicilio del paciente, utilizando generalmente un catéter, indicado de forma transitoria o permanente. Esta modalidad de prestación facilita al paciente poder seguir con los compromisos familiares, sociales y laborales.
El entorno en el que trabajan los profesionales sanitaros del siglo XXI está cambiando de forma importante. Son múltiples las innovaciones en gestión por procesos, facilitadas por el creciente potencial que ofrecen las nuevas tecnologías en los cuidados a distancia. Todo ello favorece la permanencia del paciente en su casa, en su comunidad o en un entorno más familiar, es decir, en un ambiente más humanizado.
Por último, se demuestra que la HPN es una alternativa coste efectiva en relación con la atención hospitalaria clásica, lo que redunda en la adopción del criterio de eficiencia como elemento de priorización en sanidad.