Tratamiento de los defectos condrales con injerto de cartílago autólogo

Los defectos condrales generados en el cartílago articular de rodilla y tobillo, esencialmente, tienden a evolucionar, con el tiempo, hacia procesos de osteoartritis degenerativa –artrosis- los cuales son normalmente tratados mediante la sustitución total de la articulación por una prótesis artificial. Si bien las prótesis proporcionan buenos resultados en personas de más de 70 años, en pacientes jóvenes estos tipos de defectos deben ser solucionados antes de que se generen patologías más severas. En este sentido el cultivo de condrocitos autólogos implantados (ACI) ha proporcionado excelentes resultados. Sin duda que el moderno proceder MACI (membrana Autólogos Condorcitos implantados) aplicado por técnica artroscópica, es decir, cirugía mínimamente invasiva o de corta estancia hospitalaria, ha proporcionado mejores resultados y menos sufrimiento para el paciente. Aunque distintos procederes se han usado para tratar los defectos condrales, como desbridamiento (Magnuson 1940; HaggaRt 1949), perforaciones del hueso subcondral (Pridie 1942) abrasión del extremo óseo (Ewing 1990, Sprague 1993) osteotomía (Coventry 1990, Fujiyama 1979) injertos de pericondrio (Kon 1981) y periostio (Homminga 1990) injerto en marquetería (S. Palazi 1943), uso de láser sobre el defecto (Brillart 1995, Guillen 1993 y 1995), Mosaicoplastia para defectos condrales pequeños (Hangody, 1986) … pero todas estas técnicas jamás producen cartílago de la variedad hialina con colágeno tipo II, sino que originan tejido de reparación con colágeno tipo I, que condiciona malas respuestas biomecánicas y al final aparece la artrosis. Por un estudio llevado a cabo en nuestra Clínica CEMTRO, con ayuda de investigadores ponemos en marcha en la sala estéril o blanca el INSTANT MACI, con claras ventajas sobre ACI y MACI. Hemos realizado 152 casos de ACI y 174 de MACI, 10 de INSTAN MACI y los resultados entre buenos y excelentes son del 85-90%. Este proceder lo hemos expuesto en distintos países y ha sido muy bien acogido. Hemos realizado reartroscopias 1 año, 2º, 5º y 7º años después del implante de condrocitos y hemos obtenido siempre cartílago articular de la variedad hialina con colágeno tipo igual al próximo a la lesión, sano. En resumen, el cultivo de condrocitos autólogos –hoy estamos ensayando con células mesenquimales tomadas de la grasa-, es una gran esperanza para las articulaciones dañadas debido a la nula capacidad de autoreparación que tiene el cartílago articular. Para pacientes con defectos cartilaginosos en la rodilla y tobillo cuidadosamente seleccionados, la implantación de condrocitos proporciona una mejoría sustancial en la calidad de vida. La terapia celular primero (ACI 1996) y la ingeniería tisular después (MACI, INSTANT MACI), han supuesto un gran avance en el tratamiento de los defectos –traumáticos o no- del cartílago articular.

Intervenciones

Pedro Guillén García