El virus de la inmunodeficiencia simia (SIV, por sus siglas en inglés) no surgió hace cientos de años, como se pensaba, sino que es mucho más antiguo. Un estudio, del que se hace eco la revista ‘Science’, afirma que su origen se remonta, como mínimo, a 32.000 años atrás.
Esta edad justifica su benignidad pero, a la vez, despierta la sospecha de que su ‘hija’, la variante humana (el VIH), podría tardar también mucho tiempo en perder su virulencia.Un grupo de investigadores, capitaneado por el virólogo Preston Marx, de la Universidad Tulane (EEUU), se desplazó a la isla africana de Bioko -que en la Edad del Hielo era una península- en busca de los orígenes del SIV.
La hipótesis era la siguiente: si el virus es lo suficientemente antiguo, los simios que habitan en esta región africana podrían haberse infectado antes de quedarse geográficamente aislados, con la subida del mar (hace 10.000 años).
Precisamente, parece que así fue. Los expertos recogieron muestras de cadáveres de primates y hallaron el SIV en 22 de los 79 analizados. Estos positivos procedían de cuatro especies distintas de simios y todos “estaban conectados filogenéticamente con el virus detectado en el continente africano”. Por eso, añaden, “es muy probable que éste estuviera presente durante el Pleistoceno, cuando la isla de Bioko estaba conectada”.
Genéticamente distintosHasta ahora, para calcular la antigüedad del virus se había recurrido a medir el ritmo de sus mutaciones. Pero esta metodología había fijado su edad en unos 200 años. Una estimación que según este nuevo trabajo se aleja mucho de la verdadera. Para ello, aportan un argumento más: “Estos cuatro linajes del SIV son genéticamente distintos, lo que indica que la edad del virus es mucho mayor de lo que previamente se pudo inferir”.
Las investigaciones no dan ningún nuevo dato sobre la edad del virus humano, pero lanzan algunas hipótesis: “El SIV ha estado presente en los primates africanos durante más de 32.000 años, lo que sugiere que los humanos tuvieron encuentros esporádicos con estos virus durante milenios [sin infectarse]. Por eso, necesariamente tuvieron que producirse cambios en el comportamiento humano o en la ecología antes de que el VIH se estableciera [y se produjeran los primeros casos en hombres]”.
En este sentido, este trabajo anima a situar estos estudios en un nuevo contexto, teniendo en cuenta este posible origen temporal del virus. A la vez, los expertos se muestran algo negativos ante la posibilidad de que el virus humano pueda perder su virulencia con rapidez.”La baja patogenicidad que generalmente caracteriza al SIV es muy probable que sea consecuencia de su evolución durante un largo tiempo de existencia. Por tanto, no puede esperarse que surja pronto un acomodamiento similar entre el VIH y los humanos”, concluyen.