La era Edo y ukiyo-e
Con el comienzo de la era Edo se produjo un crecimiento de la industria y el comercio que repercutió directamente en un aumento de la población en los núcleos urbanos, especialmente en la capital que da nombre al período, Edo, la actual Tokio. En las ciudades, la presencia de barrios de placer, casas de té y teatros de kabuki denotaba una mentalidad que valoraba ante todo el mundo de los placeres fugitivos o temporales, denominado ukiyo. Este mundo fue excepcionalmente captado por los ukiyo-e, cuya temática abarca los asuntos de la vida cotidiana, vistas de lugares famosos o actores de kabuki.
Fundada en el siglo
XVIII por el famoso grabador Utagawa Toyoharu, fue con su discípulo Utagawa Toyokuni I (1769-1825) con el que la escuela Utagawa consiguió una popularidad, pujanza y permanencia superiores al resto de escuelas de ukiyo-e. El ascenso al reconocimiento público de los Utagawa se manifestó con la segunda generación de discípulos, que iniciaron su carrera ascendente en los últimos cinco años del siglo XVIII y disfrutaron del favor del público hasta el declive en popularidad de la manifestación artística del ukiyo-e.
Excepto los Utagawa, ninguna escuela contó entre sus filas, al mismo tiempo, con tres artistas en plenas facultades creativas, cada uno líder de su propia especialidad. En ella coincidieron, simultáneamente, Kunisada (1786-1865) –maestro de retratos de bellezas femeninas y actores de kabuki-, Kuniyoshi (1797-1861) –especialista en estampas de guerreros- y Hiroshige (1797-1858) –el gran creador de paisajes-.
El grabador mejor representado en la exposición es Utagawa Kunisada, quien disfrutaría en vida de una reputación que supo mantener mediante imágenes constantemente actualizadas a los gustos del momento.
Si la más célebre de las escuelas de ukiyo-e, la de los Utagawa, define la coordenada biográfica de la exposición, su eje temático se articula en torno a las escenas de actores de kabuki, una variante específica de la xilografía polícroma japonesa, los yakusha-e. Las imágenes de actores se vendían en las representaciones teatrales de kabuki. En las dos últimas décadas los yakusha-e han sido reivindicados por los principales especialistas de Japón y, siguiendo su estela, por los más prestigiosos museos del mundo. Las estampas de actores superaron la mitad de la producción total de ukiyo-e, por lo que deben ser consideradas como el género más genuino y representativo del grabado japonés.
Esta exposición enfatiza el reconocimiento de la alta calidad alcanzada por los maestros de la escuela Utagawa y el renovado interés suscitado por las representaciones gráficas de actores de kabuki –del que dan testimonio las diferentes muestras de yakusha-e celebradas en 2013 y 2014 en varios museos de Europa-.