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RECUERDO BIOGRÁFICO DEL EXCMO. SR.

D. MANUEL ORTEGA MATA

Vengo a ocupar la medalla número cinco que ocuparon antes los Doctores
Salvador Serra Abril en 1932, el Doctor Antonio Bartolomé Pizarroso
Villarejo en 1964 y finalmente el Doctor D. Manuel Ortega Mata en 1977.
Como es preceptivo voy a realizar una breve glosa de la vida y la
extraordinaria dedicación a la docencia e investigación farmacéutica del
Profesor Manuel Ortega Mata, hombre de bien y cuya vida ejemplar es
digna de resaltar.

Le conocí poco, pero aprecié enseguida su prestigio e importancia en esta
Academia. Tuve la ocasión de leer, por curiosidad, su discurso de entrada
como Académico de Número y me interesó extraordinariamente por cuanto
al hablar de las fitohemaglutininas defendía la importancia de la búsqueda
sistemática de actividades en gran número de plantas. Este fue un consejo
que me brindó el Profesor Fiorenzo Stirpe, del Departamento de Patología
Experimental de la Universidad de Bolonia, allá por 1989 y que yo he
intentado inculcar en mis colaboradores de la Universidad de Valladolid.

D. Manuel Ortega Mata nace en Málaga en 1923 en una familia de cinco
hijos y cuyo padre falleció prematuramente siendo él todavía un niño. En
1953 se instaló en Madrid. Fue un estudiante extraordinario que cursó la
Licenciatura de Farmacia y por sus calificaciones obtuvo el Víctor de Plata
al mejor expediente de 1945. Se financió sus estudios compaginándolos
con trabajo como profesor impartiendo clases particulares, lo cual dice
mucho de su naturaleza. Se inicia en la investigación con una beca de la
Fundación “Conde de Cartagena de Indias” de la Real Academia de
Medicina en 1945. Entre 1946 y 1953 fue becario de varios institutos del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, como el Instituto Alonso
Barba, el Instituto Antonio de Gregorio Rocasolano y el Instituto Ramón y
Cajal.

Disfrutó de tres becas de estancia en el extranjero, una para la Universidad
de Upsala para los años 1951 y 1952, y otra para el Centro de Transfusión
Sanguínea y Desecación de Plasma en París en 1955. En Upsala tuvo el
enorme privilegio de trabajar con dos Premios Nobel de Química, Theodor
Svedberg y Arne Tiselius. Svedberg dio nombre a la unidad de
sedimentación en ultracentrifugación y Tiselius fue el introductor de la
electroforesis como herramienta analítica.

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