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distintas y vecinas presentes en la misma glicoproteína o en complejos
glicoproteína-glicolípido (ejemplo: los complejos integrina-gangliósido).
Finalmente, el sexto nivel estaría relacionado con el efecto agregado de
distintos glicoconjugados sobre la superficie en vecindad espacial que
permitiría formar microdominios de unión.
Estos niveles de regulación de la afinidad determinan la interacción final
glicano-proteína. Así, mientras los valores de afinidad de las lectinas por los
monosacáridos tienen una constante KD de alrededor de 10-3, la afinidad por
los oligosacáridos y los glicanos complejos está entre 10-6 y 10-8. En
comparación, los anticuerpos tienen constantes de afinidad KD de 10-8 - 10-12.
Con estas posibilidades de modulación de la afinidad en la interacción
glicano-lectina puede haber diversas intensidades en las señales que
determinen el efecto celular. Las fluctuaciones de la interacción glicano-
lectina tanto extra como intracelulares influyen decisivamente en la
transmisión de la señal informativa específica que lleva a la regulación de las
actividades intracelulares.

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