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degradada en los lisosomas es la internalizada a través de los receptores de
manosa (Magnusson y cols., 1993).

La interacción del endosoma temprano que permite la transferencia de la
ricina al aparato de Golgi-trans es un proceso complejísimo y requiere la
participación de numerosos factores entre los que se encuentran, en células
de mamífero, las proteínas Rab6 y sus isoformas, la SNARE Sintaxina 16
(STX16), TRAP, COG y derlina 1, además están involucradas otras
moléculas como el colesterol, el AMPc, la subunidad reguladora de la
proteína quinasa A (PKA) de tipo II y las nexinas SNX2 y SNX4 y Ca2+
(Sowa-Rozinska y cols., 2019). Posteriormente, la ricina es transferida al
retículo endoplásmico rugoso (RER) mediante vesículas derivadas del
aparato de Golgi. Para la fusión de ambas estructuras son necesarias
calreticulina, Ergic2 y dos proteínas en forma de complejo Erv46p y
Erv41p que son importantes para la fusión de las membranas del aparato de
Golgi y las del RER (Sowa-Rogozinska y cols., 2019).

La translocación de la ricina al citosol requiere la participación de una
protein-disulfuro isomerasa (PDI) que reduce el puente disulfuro entre las
cadenas A y B y que se incrementa notablemente por la acción del enzima
tiorredoxina reductasa (TrxR), tiorredoxina (Trx), NADPH y tiorredoxina
de transmembrana (TMX). Participa también el sistema glutarredoxina-
glutatión reductasa (Holmgren, 2000). Una vez reducida la ricina, la cadena
A libre, sufre procesos de deplegamiento y replegamiento poco conocidos
aún, pero en los que están implicadas las chaperonas clásicas Hsp 40, 70,
90 y 100. La cadena A de la ricina utiliza el sistema ERAD (ER-associated
degradation) pero, a diferencia de los substratos que son degradados por el
proteosoma, la cadena A se mantiene intacta y es retro-translocada al
citosol.

Entre las proteínas que participan en todo el proceso de retro-translocación
al citosol, están las chaperonas con actividad lectina que son calnexina y
calreticulina y las lectinas de la familia EDEM, 1,2,3. Estas lectinas se
unen a glicanos presentes en las cadenas de la ricina y facilitan la
reordenación necesaria para que la cadena A interaccione con los tres tipos
de translocones del retículo endoplásmico rugoso identificados en las
células de mamífero, el complejo sec61, las derlinas, las ubiquitin quinasas
en particular HRD1 y su cofactor SEL1L (Sowa-Rogozinska y cols., 2019).

Después de la retro-translocación de la cadena A de la ricina al citosol, la
proteína debe plegarse de nuevo a su forma activa para ejercer sus efectos.
Esto lo puede hacer de tres maneras: unión a chaperonas citosólicas,
plegamiento mediado por el ribosoma e interacción con factores

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