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proceso que es sensible a la brefeldina, droga conocida por su efecto
desorganizador del aparato de Golgi (Battelli y cols., 1997).
Ebulina se internaliza y se trasfiere a los endosomas. A partir de aquí la ruta
seguida por la ebulina es diferente a la seguida por la ricina ya que los efectos
antirribosómicos obtenidos a altas concentraciones son independientes de
temperatura e insensibles a brefeldina. Prácticamente todas las moléculas de
ebulina son transportadas desde los endosomas hacia los lisosomas, donde se
degradan (Battelli y cols., 1997; Battelli y cols., 2004).

   Figura 16. Esquema general de las rutas intracelulares seguidas por ricina y ebulina.
   Girbes (2007). Premio Julio Moral de la Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid
   (adaptada de Batelli y cols., 1997 y 2014 y Sowa-Rogozinska y cols., 2019). Las moléculas
   participantes en cada etapa y citadas en el texto son: A) Syn8p, Snc1p, Snc2p; B) Rab6,
   colesterol, AMPc, PKA, calcio; C) calreticulina, Ergic; D: PDI, TrxR, Trx, NADPH, TMX;
   E) Grp94, EDEM1,2,3, Sec61, derlinas.

Solo a concentraciones 4 o 5 órdenes de magnitud superiores a la ricina se
acumulan suficientes moléculas de ebulina en los endosomas como para que
se produzca su translocación espontánea a favor de gradiente desde el
endosoma al citosol. La razón de la diferente ruta intracelular seguida por la
ricina y ebulina estriba en que los receptores pueden ser diferentes (Muñoz
y cols., 2001).

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