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Antonio González Bueno

                                                    profesionales –farmacéuticos militares las más de
                                                    las veces-, envían sus recolecciones a quienes
                                                    pueden precisar su determinación; este papel de
                                                    ‘experto’ en la flora vascular norte-africana fue
                                                    desarrollado, en un primera etapa por Carlos Pau
                                                    (1847-1937) quien, desde la década de 1910,
                                                    alternará esta función con Pius Font i Quer (1888-
                                                    1964)282. Cuando el territorio es mejor conocido,
                                                    los propios recolectores determinarán los
                                                    materiales herborizados, tal el caso de Manuel
                                                    Vidal López (1885-1959)283, un botánico –militar
                                                    de profesión- dedicado prácticamente en
                                                    exclusividad al territorio marroquí, quien, aun
                                                    firmando solo sus listados, presenta la autoría de
Enric Gros (1864-1949) en Villa Sanjurjo, centro    nuevos taxones en colaboración con su revisor,
logístico de la campaña de Iter Maroccanum de 1927  Carlos Pau.

        Fotografía de Pius Font i Quer, 1927
Arxiu Històric de l'Institut Botànic de Barcelona
                                                    Sin duda, la más señera de las contribuciones
                                                    españolas al conocimiento de la flora norte-
africana la constituye las campañas botánicas de Pius Font i Quer por Marruecos, cuyos
resultados fueron plasmados en la elaboración y distribución de sus Iter Maroccanum (1928-
1932)284; estos trabajos le consagran, junto a los franceses René Maire (1878-1949) y Louis
Emberger (1897-1969), como una de las figuras de referencia para el estudio de esta flora. Su
proyecto, más ambicioso, la realización de una Flora Occidentalis en la que estuviesen representados
los vegetales que crecen desde las montañas alpinas a las cumbres del Atlas, quedó reducido a
unas cuantas notas –de indudable valor– alejadas de la magnitud de una obra que frustró la
Guerra Civil.	

    Un caso particular lo constituyen los estudios iniciados por Arturo Caballero Segares sobre
las relaciones entre Chara foetida y las larvas de algunos dípteros (Caballero, 1919); sus
observaciones, publicadas en 1919 sin ánimo de una utilidad práctica inmediata, fueron pronto
relacionadas con el paludismo y utilizadas por Charles Alluaud (1861-1949), entomólogo de
origen francés destinado en el Museo de Historia Natural de Rabat, para intentar hacer frente a
esta epidemia en el territorio del Norte de África285.

     282. Este se ocupará de hacer públicas las herborizaciones practicadas en Larache por Francisco Pérez Camarero
(Font i Quer, 1914), o las melillenses de Xiberta Raig (Font i Quer, 1916), por citar sólo unos ejemplos.

     283. Jesús Albert Saldueña (RAH.DB-e) reconstruye su biografía hasta 1931. “En el momento de su retiro del
ejército abandonó también toda actividad académica en el campo de la botánica, perdiéndose toda referencia sobre el
mismo”. Disponemos de datos posteriores: en 1930 se incorporó al Servicio de Investigación Prehistórica, dependiente
de la Diputación Provincial de Valencia, de cuya biblioteca estuvo encargado durante mucho tiempo; desde la
instauración en Valencia de la Sección de Prehistoria del Instituto Español de Arqueología ‘Rodrigo Coro’ (CSIC), en el
año 1945, desempeñó el puesto de Ayudante de la Sección. Fue miembro de la Real Academia Hispano-Americana de
Ciencias y Artes, firmó algunos trabajos literarios con el pseudónimo de ‘Flores y Abrojos’ y desarrolló una interesante
producción sobre historia local valenciana. Falleció en Valencia, el 21/06/1959 (Pla Ballester, 1961: 231).

     284. Una reconstrucción de los Iter Maroccanum (1928-1932) fue elaborada por Antonio González Bueno et al.
(1988); sus bases habían sido sentadas en Antonio González Bueno, Daniel Sánchez-Mata (1988b).

     285. Un programa de investigación al que se vinculó el propio Arturo Caballero y Luis Pardo García (Cabellero,
1922; Pardo, 1923).

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