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Plantas, espacios y públicos. El desarrollo de la Botánica en la España peninsular entre 1833 y 1936
La implantación de los primeros cursos de la
Facultad de Ciencias en la Universidad de Valencia,
corriendo el 1857, supuso un cambio sustancial en
la Botánica académica valenciana; desaparece la
Cátedra de Botánica, para quedar englobada en la
de Historia Natural impartida desde la Facultad de
Medicina, y el Jardín pasa a ser dirigido por quien
detentara tal Cátedra. José Pizcueta fue
remplazado, en 1867, por el ictiólogo Rafael
Cisternas Fontseré (1818-1876), quien dirigió el
centro hasta su muerte79; a él siguió el ornitólogo
José Arévalo Baca (1844-1890), al frente del
establecimiento hasta 188880; tras él, entre 1888 y
1913, fue dirigido por el herpetólogo y
paleontólogo Eduardo Boscá Casanoves (1843-
1928)81.
Pese a la dificultad que para un naturalista no Francisco Beltrán Bigorra (1913-1962)
botánico supone la dirección de un Jardín, en el de Colección familiar (fide José María de Jaime Lorén
Valencia se consiguieron algunos logros dignos de
mención: en el verano de 1878 se aprobó, mediante et als., 2013b).
expropiación forzosa, la ampliación de los límites
del Jardín; entre 1887 y 1888 se construyó un
nuevo invernadero destinado a sustituir a la estufa
que construyera Timoteo Calvo treinta años atrás;
y, en el fin del XIX, el arquitecto Arturo Mélida
levantó un gran umbráculo en hierro y ladrillo.
No cabe pensar, pese a ello, en tiempos de bonanza para la institución; en 1895 el Rectorado
de la Universidad de Valencia se plantea la venta de los terrenos donde se encuentra ubicado, y
las crisis económicas de finales del siglo no son el mejor momento para invertir en su
conservación; un temporal de lluvia y viento destruye, en 1906, la cubierta del umbráculo; en
1929 el arquitecto de la Universidad, Javier Goertlich, informa de los deterioros que sufrían las
instalaciones del Jardín pero no comenzaron a ser reparadas hasta 1934.
79. Datos bio-bibliográficos sobre este ictiólogo, de marcado pensamiento darwinista en sus investigaciones, en
Eduardo Boscá Casanoves (1894); José María López Piñero (2004); José María López Piñero, Felipe Jerez Moliner
(2004) y José María López Piñero in RAH. DB-e.
80. Católico dogmático y precursor de ideales conservacionistas; de su biografía y obra zoológica, no exenta de
polémica, se han ocupado Manuel Garrido Sánchez (2000; 2006; 2008; 2015) y Abilio Reig Ferrer (2014; 2016; 2018a;
2018b; 2019).
81. Desde 1886, fecha en que renunció a la Cátedra del Instituto de Segunda Enseñanza de Ciudad Real, ejercía
como Jardinero mayor interino de este establecimiento; como sus antecesores obtuvo, la Cátedra de Historia Natural en
la Universidad de Valencia, pero ello no ocurrió hasta 1892, aunque ya había optado a ella en 1876. Sobre la peripecia
biográfica de Eduardo Boscá escribieron Jesús Ignasi Catalá Gorgues (2004) y José Luis Fresquet Febrer in RAH.
DB-e.; sus aportaciones a la herpetología han sido valoradas por Xosé Fraga Vázquez (1990b); José Enrique González-
Fernández (2005); Juan Manuel Sánchez Arteaga (2005) y Carolina Martín Albaladejo, Rosa María Gómez Prieto,
Borja Sanchiz (2013) y sus trabajos paleontológicos por María Amparo Salinas Jaques (2005).
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