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Plantas, espacios y públicos. El desarrollo de la Botánica en la España peninsular entre 1833 y 1936

las ciencias –Físico-Matemáticas y Naturales-, y equipara estos estudios con los demás
universitarios, asignándoles un periodo de cinco años de formación91.

    La situación se mantuvo hasta septiembre de 1857 en que, tras la proclamación de la nueva
estructura propuesta por Claudio Moyano (1809-1890) se independice una Facultad de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales, que recibe tal denominación en función de la tres secciones que la
propia Ley contempla para este tipo de estudios. Las Universidades de Madrid, Barcelona,
Granada, Salamanca, Santiago, Sevilla, Valladolid y Valencia quedaron autorizadas a impartir los
tres primeros cursos, que conferían el grado de Bachiller en Ciencias, pero sólo en la Universidad
de Madrid podían cursarse los dos que otorgaban el título de ‘Licenciado en Ciencias por la
sección de Naturales’ y, por supuesto, los conducentes a la obtención del grado de doctor92. De
forma que quien quisiera cursar la carrera de ‘naturalista’ debía completar sus estudios en la
Universidad de Madrid; en las universidades periféricas se dictaron clases de ‘Nociones de
Historia Natural’, pero no específicamente de Botánica.

    Tras la caída de Isabel II se abrió una etapa de radicales e ilusionantes reformas, a la que los
estudios universitarios no fueron ajenos; mediante Decreto de 2 de junio de 1873 (Gaceta
07/06/1873), auspiciado por el ministro Eduardo Chao (1821-1887), se escindía la Facultad de
Ciencias en tres Facultades independientes: Matemáticas, Física y Química e Historia Natural;
el proyecto, inspirado por Francisco Giner de los Ríos (1839-1915), planteaba unas exigencias de
formación y unos requisitos económicos y sociales alejados de la realidad; entre las novedades
incorporadas figuran algunas asignaturas optativas, un síntoma de la libertad concedida al
alumno para diseñar su propia formación universitaria. El Decreto suponía en si una evidente
innovación, que el fin de la Primera República dejó sin desarrollar.

    La creación, en 1900, del Ministerio de Instrucción Pública supuso un cambio cualitativo en
las enseñanzas universitarias. Aunque a lo largo de la Restauración se habían producido tímidas
modificaciones (creación de algunas cátedras, nuevos laboratorios, etc.) el sistema seguía siendo
el pergeñado por Moyano. El ministro Antonio García Alix (1852-1911) solicitó de Ignacio
Bolívar (1850-1944) la redacción de un proyecto de reforma, plasmado en la Gaceta de 4 de
agosto de 1900, en el que la Facultad de Ciencias queda organizada en cuatro secciones: Exactas,
Físicas, Químicas y Naturales93. La reforma de 1900 daba a cada sección un programa de
asignaturas específico desde el inicio de la licenciatura, con lo cual los estudios ganaron en
precisión y profundidad. Tras la reforma de 1900, los centros dedicados a la investigación –hasta
entonces orgánicamente vinculados a la Universidad- adquieren su independencia administrativa.
Este plan de estudios se mantuvo activo hasta la Guerra Civil.

     91. Plan de estudios decretado por su Majestad en 8 de julio de 1847. Madrid: Imprenta Nacional, 1847; Reglamento [de 19
de agosto] para la ejecución del Plan de estudios decretado por S. M. en 8 de julio de 1847. Madrid: Imprenta Nacional, 1847.

     92. La Universidad de Salamanca dejó de impartir el título de Bachiller en Ciencias desde 1860, la Universidad de
Oviedo suspendió los estudios de Ciencias en 1860 para recuperarlos en 1895 con una sección de Físico-Matemáticas y
la Facultad de Ciencias de Santiago fue suprimida por Real Orden de 19/07/1867 (cf. Francisco Pelayo, 2001).

     93. De su análisis se han ocupado Alfredo Baratas Díaz, Joaquín Fernández Pérez (1992) y Alfredo Baratas Díaz
(1997; 2007).

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